Esta fiesta está dedicada a San Antonio Abad, monje cristiano nacido en Egipto en el año 250 y fallecido en 356. Se celebra el 17 de enero, día de su muerte, porque así lo instauró San Eutimio en 473.
Fundador del eremitismo y de la vida monástica, pasó gran parte de su vida de forma solitaria al margen de la sociedad, siendo seguido e imitado por numeroso ermitaños. Asistió y enterró a Pablo el Ermitaño con ayuda de dos leones y otros animales, razón por la que se le reconoce como patrón de los sepultureros y de los animales.
Intentó evitar que el culto hacia su persona pidiendo un enterramiento anónimo. Sin embargo Pérgamo, un rico egipcio, traslado su cuerpo a una pequeña iglesia que construyó en su honor, desde dónde se extendió su figura hacia oriente y occidente. En el 561 sus reliquias se llevan a Alejandría, en 635, durante la invasión árabe de Egipto van a Constantinopla y en 1070, Jocelin, tras una peregrinación a oriente, las traslada a Motte Saint Didier donde promueve la construcción de la Iglesia de Saint-Antoine del Viennois en la provincia del Delfinado, situada al sureste de Francia.
En torno al año 1095 se creó la Orden de los Caballeros del Hospital de San Antonio, los antonianos, que se especializaron en el cuidado de enfermos afectados por el ergotismo, también conocido como «Fuego de San Antón», causado por la ingesta de alimentos (centeno, avena, trigo y cebada) con micotoxinas producidas por el cornezuelo (hongo parásito).
Durante la Edad Media la Orden tenía la costumbre de dejar sus cerdos sueltos por las calles para que la gente les alimentara, destinando su carne a los hospitales o a la venta para recaudar dinero para atender a los enfermos.
La orden se estableció en varios puntos del Camino de Santiago y se estableció en Castilla, Navarra, Cataluña y Valencia.
La fiesta San Lorentina
Esta fiesta tiene una gran tradición en muchos municipios de España y Europa. Aquí destaca por su carácter entrañable y sencillo.
Unos días antes de la celebración un grupo de dulzaineros y tamborileros anuncian el inicio de las celebraciones. Recorren las calles de San Lorenzo de El Escorial, lanzan cohetes y recogen donativos de los establecimientos que, de esta forma, patrocinan la subasta que se celebra el día del santo.
El 17 de enero se celebra una solemne Misa en el Santuario de la Virgen de Gracia. A su finalización se imponen las insignias a los mayordomos y entrantes del año y se procede a una degustación de un vino acompañado de los famosos «gorrinitos» del santo.
Posteriormente los nuevos mayordomos, en procesión, llevan a hombros la imagen de San Antonio Abad hasta la Ermita de los Alamillos, acompañados de la Junta Directiva de la Hermandad, autoridades, personas devotas, caballistas y del vecindario que quiera bendecir a sus animales.
Al llegar a los Arcos de la Compaña se celebra la tradicional Bendición de los Animales.
A su finalización se sigue hasta la ermita. Mientras la chiquillería asistente besa al santo se produce la Subasta de varas para introducir la imagen del Santo dentro de la Iglesia, al son de una campanilla.
Ya por la tarde, en la Plaza de la Constitución, se celebra la Subasta y rifa de la matanza que la Hermandad cría para la ocasión. Merecen destacarse los «bombos» con los que se realiza la rifa pues son una auténtica reliquia del siglo XIX. Esta rifa fue formalmente autorizada por la reina regente Doña María Cristina.
Antiguamente, se rifaban los cerdos directamente. En la actualidad, dadas las dificultades existentes para realizar la matanza por parte de los particulares, se ha sustituido la subasta de los cerdos por los productos de la matanza correspondiente. De esa forma se mantiene una costumbre muy arraigada en la localidad.