Fábrica de chocolates de Matías López

Otro nombre del bien:
Municipio: El Escorial

Código: CM/0054/089
Referencia catastral:
Referencia del catálogo urbanístico:
Georeferencia: UTM-X: 404099, UTM-Y: 4493383 / Longitud: -4º07´59´´, Latitud: 40º35´08´´

Nivel de protección: Yacimiento arqueológico o paleontológico documentado
Estado actual:

Localización: SANTA ROSA,
Acceso:
Superficie: 3843 m2

Cronología: 0-0
Historia del bien: EL EMPRESARIO MATÍAS LÓPEZ MONTÓ, EN LOS TERRENOS DONDE SE LOCALIZABA LA ANTIGUA AZUCARERA DE EL ESCORIAL, UNA FÁBRICA DE CHOCOLATES QUE DOTÓ DE LA TECNOLOGÍA PUNTA DE LA ÉPOCA, CREANDO UNA IMPORTANTE INDUSTRIA DE GRAN FAMA EN TODO EL PAÍS, LA CUAL PROPORCIONABA TRABAJO, A UNOS 130 OPERARIOS DE AMBOS SEXOS, POR LO QUE SE CONSTITUYÓ EN EL PRINCIPAL FACTOR DEL IMPULSO DEMOGRÁFICO DE LA VILLA DE EL ESCORIAL. EL EDIFICIO DE LA FÁBRICA SE ENCONTRABA SITUADO A ESCASOS METROS DE LA ESTACIÓN, EN UNA GRAN EXPLANADA, OCUPANDO UN PERÍMETRO DE 7.000 M2 Y RODEADO DE UN CUIDADO JARDÍN. CONSTABA DE UNA SALA DE MAQUINARIA, TRASTEROS, CUARTO DE MEZCLAS. SÓTANOS PARA EL OREO DEL CACAO, UNA GRAN SALA DE EMPAQUETADO Y UNOS ESPACIOSOS ALMACENES EN LOS QUE SE EFECTUABA LA CARGA Y DESCARGA; TENÍA ADEMÁS OTRAS DEPENDENCIAS ANEJAS DEDICADAS, ENTRE OTRAS COSAS A CARPINTERÍA Y HERRERÍA. A TRAVÉS DE UN PÓRTICO SE ACCEDÍA A UNA GRAN NAVE DE ELEVADO TECHO, EN DONDE A DERECHA E IZQUIERDA TRABAJABAN LAS MÁQUINAS, QUE ELABORABAN DIARIAMENTE 10.000 LIBRAS DE CHOCOLATE QUE SE DISTRIBUÍAN ENTRE LOS 3.000 CLIENTES; SI BIEN LA FÁBRICA TENÍA CAPACIDAD PARA PRODUCIR DE 30 A 40.000 LIBRAS. TOMADO DE «ARQUITECTURA Y DESARROLLO (1998)», PÁGINAS 68-69 Y 80. JUNTO AL EDIFICIO FABRIL, SIGUIENDO LA CORRIENTE IMPERANTE DEL PROTECCIONISMO QUE EL PATRÓN DESEMPEÑABA SOBRE SUS OPERARIOS EN LA SOCIEDAD INDUSTRIAL DE FINALES DEL XIX, MATÍAS LÓPEZ CONSTRUYÓ UNA BARRIADA PARA SUS OBREROS, CONOCIDA CON SU NOMBRE. LA INTEGRABAN PEQUEÑAS VIVIENDAS UNIFAMILIARES DE DOS PLANTAS, CON UN REDUCIDO JARDÍN ANTE SUS FACHADAS PRINCIPALES, QUE SE AGRUPABAN FORMANDO MANZANAS. LOS AUTORES DE LA ÉPOCA IMBUIDOS DE LAS TEORÍAS UTÓPICAS DE LA SOCIEDAD INDUSTRIAL ENSALZAN EL ESTABLECIMIENTO COMO VERDADERO MONUMENTO A LA INDUSTRIA, ALABANDO A LA VEZ LA LABORIOSIDAD DE LOS OBREROS Y EL PROTECCIONISMO DEL PATRÓN, Y DESCRIBIENDO LA BARRIADA COMO UN LUGAR IDÍLICO, EN DONDE CONVIVÍAN EN ARMONÍA LOS TRABAJADORES, ASOCIADOS EN UNA COOPERATIVA QUE LES SUMINISTRABA TODOS LOS ARTÍCULOS DE PRIMERA NECESIDAD A PRECIOS REDUCIDOS, TENIENDO ADEMÁS UN SALÓN DE RECREO PARA SU ESPARCIMIENTO Y EL DE SUS FAMILIAS Y UNA ESCUELA EN DONDE RECIBÍAN EDUCACIÓN SUS HIJOS. TOMADO DE «ARQUITECTURA Y DESARROLLO (1998)», PÁGINAS 68-69 Y 80.

Descripción general: JARDÍN, FÁBRICA Y EDIFICACIONES ASOCIADAS. SIGLO XIX.

Descripción del bien: APARENTEMENTE SÓLO SE CONSERVA LA ZONA EN LA QUE SE LOCALIZABAN LOS JARDINES DE ACCESO. POR CARTOGRAFÍA HISTÓRICA E ILUSTRACIONES, EN LAS QUE SE REPRESENTA EL CONJUNTO -«PLANO DE POBLACIÓN DE EL ESCORIAL DE ABAJO». 1927 (VER DOCUMENTACIÓN, PLANOS) Y LA ILUSTRACIÓN, «VISTA EXTERIOR DE LA FÁBRICA DE CHOCOLATES DE MATÍAS LÓPEZ, SITUADA EN EL ESCORIAL» (VER DOCUMENTACIÓN ADJUNTA) DE LA REVISTA, «LA ILUSTRACIÓN CANTÁBRICA»-, SE APRECIA LA PRESENCIA DE EDIFICACIONES Y ESTRUCTURAS, DE LAS QUE PODRÍAN QUEDAR RESTOS, EN ESTE ESPACIO. LOS JARDINES MUESTRAN UN CERRAMIENTO COMPUESTO POR UN ZÓCALO DE PIEDRA QUE SUSTENTA UNA VERJA METÁLICA. EL ACCESO SE REALIZA POR UNA PUERTA METÁLICA ENMARCADA POR DOS ESCULTURAS, TAMBIEN DE METAL, COLOCADAS SOBRE LAS COLUMNAS QUE ENMARCAN DICHA PUERTA. EN EL INTERIOR DEL ESPACIO SE OBSERVA UNA PEQUEÑA EDIFICACIÓN, APARENTEMENTE DE LADRILLO Y UNA FUENTE. NO SE DESCARTA LA CONSERVACIÓN DE OTROS ELEMENTOS. A LO LARGO DE LOS AÑOS SETENTA Y OCHENTA, DEL SIGLO XX, SE CONSTRUYE LA URBANIZACIÓN PARQUE REAL, SITUADA EN TORNO A LA ESTACIÓN DE FERROCARRIL, EN LOS TERRENOS QUE HABÍA OCUPADO LA FÁBRICA DE CHOCOLATES DE MATÍAS LÓPEZ Y LAS VIVIENDAS CONSTRUIDAS PARA LOS OBREROS DE LA MISMA. TOMADO DE «ARQUITECTURA Y DESARROLLO (1998)», PÁGINAS 68-69 Y 80.

Bienes muebles:

Justificación: «ARQUITECTURA Y DESARROLLO (1998)»: FINALES DEL SIGLO XIX.
Fuentes de información del bien:

Fuente general: Sistema INPHIS de la Dirección General de Patrimonio Histórico de la  Comunidad de Madrid y elaboración propia.

Finca de la Granjilla- Antigua Fresneda

Otro nombre del bien: Casas del Rey y los Frailes de La Fresneda
Municipio: El Escorial

Código: CM/0054/059
Referencia catastral:
Referencia del catálogo urbanístico:
Georeferencia: UTM-X: 406089, UTM-Y: 4492286 / Longitud: -4º06´34´´, Latitud: 40º34´33´´

Nivel de protección: Yacimiento arqueológico o paleontológico documentado
Estado actual: Uso Agropecuario y recreativo Los canales y compuertas se encuentran en mal estado así como los puentecillos, y otras obras. Deberían ser restaurados para que no se perdiera un bien cultural. Bien de interés cultural -BIC- (incoado); Monumento; Declaración de Bien de Interés Cultural de LA GRANJILLA. ANTIGUA FRESNEDA – 30/10/03; ; ; Normas Subsidiarias y catálogo; Bueno; Agropecuario, recreativos

Localización: Polígono 16 Parcela 9,
Acceso: Desde la M-505 en la rotonda situada en su km 27, donde confluye con la Avenida de la Constitución y la Avenida Felipe II. Se toma el camino de arena denominado Camino Real de Madrid paralelo a la M-505 en dirección sureste. Actualmente se encuentra cerrado por una valla que impide el paso con un cartel de propiedad privada, aunque se trata de una vía pecuaria, se cree que ha sido cerrado por los propietarios ilegalmente. Se continúa por el camino durante 200 m. Se atraviesa una puerta y se sigue durante 1,1 km hasta llegar al estanque junto a la casa. En la bifurcación de caminos continuar por el camino de la izquierda unos 50 m.
Superficie: 1486570 m2

Cronología: 1563-1569
Historia del bien: Antecedentes históricos: La finca de La Fresneda, también denominada La Granjilla, se sitúa en la parte sudoriental del término municipal de El Escorial, a unos 3 km del casco urbano por la carretera M-505. Sus edificios principales fueron encargados por Felipe II al arquitecto Gaspar de Vega entre 1563 y 1569, que aprovechó diversos elementos de una antigua puebla para crear las Casas del Rey y de los Frailes. Con una superficie actual de 148 ha, en esta finca se ubica un pequeño enclave que contiene la Casa del Rey ¿en referencia a Felipe II-, la Casa de los Frailes, la iglesia, diversos edificios auxiliares y un conjunto de actuaciones en el territorio que incluye varios estanques y un sector ordenado en el entorno de las principales construcciones. Su creación estriba, dada su proximidad al Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, en establecer un lugar de alojamiento y recreo para la familia real y los monjes jerónimos a cargo del vasto edificio durante su construcción, que se demoró veinte años. La amplia heredad se originó en una puebla segoviana de escasa población y edificaciones que compró el monarca, escrituró en 1563 y convirtió en dehesa cerrada y acotada dos años después. Felipe II, que adquirió posteriormente más terrenos, mandó demoler la mayor parte de las construcciones existentes, incluso el hospital, pero respetó la iglesia de San Juan Bautista, la casa de Francisco de Avendaño, por su solidez, y parte de la casa de Alonso de Osorio de Cáceres, que se integró en la propia vivienda del rey. El conjunto residencial se integra, entonces, por dos elementos principales: la Casa del Rey, discreta construcción de dos plantas y mampuesto de piedra que se une mediante diversas edificaciones rurales a la Casa de los Frailes, interesante edificación en planta de U que, por efecto de la pendiente, presenta dos niveles en el sector más alejado de la residencia real, a la que se abre con una sola altura. Gravitan a su alrededor, además de la iglesia, una serie de edificaciones auxiliares de diversas épocas. La Casa del Rey, de planta rectangular, se componía originalmente de una crujía con tres ámbitos, todos ellos con luces a las dos fachadas principales y salida a la parte posterior en el central, que es el zaguán; este espacio distribuía la estancia norte, con chimenea, dos ventanas y otra puerta lateral al exterior y, al sur, la antigua casa de Osorio de Cáceres asumida en el volumen, que contenía la escalera a la primera planta y otra estancia de menor tamaño y forma irregular que se destinó en principio a cocina con una salida en el alzado lateral simétrico y otros dos huecos, abocinados como los demás. En la planta superior se repetía el esquema de la de acceso, con dos cuartos mayores, y bajo cubierta se disponía un desván, al que se llegaba con escalera de madera. Construida la residencia real en mampuesto careado de piedra granítica, los huecos se realizaron de sillería del mismo material, como la cornisa y refuerzos de esquinales. Destaca la interesante portada de acceso en el eje de simetría, que tiene el carácter rústico que señalaba el tratado de Serlio, con pilastras fajeadas de orden toscano y un arquitrabe con su friso de triglifos y goterones, interrumpido por un arco adintelado con dovelas resaltadas; se remata con un frontón triangular, dos flameros que prolongan la verticalidad de las pilastras y una ventana con simples recercados de piedra que refuerzan la simetría. Unas cadenas indican que en la casa han pernoctado reyes . Inmediato a su derecha aparece cegado un arco de piedra con fuerte dovelaje, probable ingreso a la casa de Alonso de Osorio de Cáceres. El resto de los huecos se trazan sencillamente, con piezas enterizas de granito, balcones en primera planta y ventanas en la baja. El alzado posterior, hoy en parte oculto por una construcción de mediados del siglo pasado, es similar, pero con una portada sencilla y balcón sobre ella. La cornisa se dispone sobre una hilada de piedra de sillería para recibir el escaso vuelo de la cubierta, a dos aguas y de pizarra; no es la original, que era más inclinada, pues se quemó en 1860 y fue reformada, según Pilar Martín-Serrano, por el arquitecto Cabrera. La fuerte pendiente inicial requiere unos elevados testeros construidos de ladrillo con escalonamientos al modo flamenco, que le proporcionan un aire pintoresco a la edificación, como en Valsaín, carácter que apoya la escalonada chimenea, también de fábrica de ladrillo, similar a las de la Casa de los Frailes. Las fachadas laterales tampoco tenían huecos originalmente, a excepción de sendos óculos en los desvanes. El edificio, al parecer exento en origen, presenta hoy varios añadidos que desfiguran su primitivo volumen: por un lado, en la fachada posterior se añadió a mediados del siglo pasado una crujía ya citada, de una sola planta con una terraza que se comunicaba con las tres estancias iniciales y se componía por un salón y un comedor separados por un vestíbulo de salida a la terraza, prolongación del zaguán original; en la parte occidental se amplió un cuerpo de dos niveles con el ancho de la crujía de la Casa del Rey, similar al trazado en la parte oriental, que se quiebra ortogonalmente y avanza hacia otra edificación posterior que une la residencia real con la de los frailes. Estas edificaciones, de construcción más tosca, utilizan también mampostería de granito y, en este caso y en su mayor parte, cubiertas de teja curva. Por efecto de la pendiente, que cae hacia el norte con un cambio de cota de seis metros, se disponen tres niveles en la organización de este conjunto edilicio: el más alto, correspondiente a la Casa del Rey; uno intermedio, que conecta con la planta alta de la Casa de los Frailes, y un tercero, el del nivel inferior de esta residencia conventual, con una altura más, por tanto, en su sector septentrional. A una cota menor que la Casa del Rey y enfrentada a ella se sitúa esta Casa de los Frailes, destinada al recreo de los monjes jerónimos que habitaban el cercano monasterio. La planta está compuesta por tres cuerpos o cuartos de una crujía, dispuestos ortogonalmente en forma de U abierta hacia la Casa del Rey y conectada, como se ha dicho, con la antigua torre de Francisco Avendaño, que rompe con la poderosa regularidad de la planta; en el punto de engarce entre ambas se sitúa la interesante escalera que permite la comunicación de los dos niveles y que sirve también a la casa superviviente. Se dispusieron originalmente veinte celdas con dos capillas, dos refectorios y cocina, distribución hoy muy transformada. La planta superior organiza un clasicista claustro ejecutado en granito con tres pandas porticadas con columnas de orden toscano y sencillo entablamento más cornisa con modillones que sostienen el vuelo del alero, y en el cuarto lado, con idénticos órdenes incluido el entablamento, se dispone el pórtico pero se elimina el corredor cubierto; este ligero pórtico, que separa el claustro del resto del conjunto, se flanquea, entonces, por los hastiales de los dos cuerpos paralelos de la U, que se formalizan, como los de la Casa del Rey, con escalonamientos graníticos que ocultan la inclinación de la cubierta, al modo flamenco. Al parecer, una reja de hierro dispuesta entre los fustes de las columnas independizaba el patio de la lonja ajardinada. Este patio se pavimenta con grandes losas de piedra berroqueña en disposición de impluvium y, en el par de gradas que llevan al paseadero, se horadan unos huecos rasgados horizontales que permiten la iluminación de la planta inferior vaciada, así como otros con rejilla en el enlosado para los cuartos interiores. En la cubierta, de menor pendiente que la vecina de la Casa del Rey, se emplea también la pizarra, de la cual surgen las magníficas chimeneas de ladrillo. La simétrica y rígida fachada posterior, que comunicaba con el jardín de los frailes, se construye de mampostería, con los ordenados huecos de piezas enterizas de sillería, como los esquinales, la línea del forjado y el sencillo alero; una escalera triple lleva a la portada, ornamentada con una gran cartela granítica donde se representa el escudo del Monasterio de El Escorial, con roleos laterales sobre el dintel, que no restan la imagen medieval contrastada con el fuerte clasicismo del claustro superior. En la planta baja de la Casa de los Frailes se organizan unas espléndidas bóvedas pétreas de cañón que sostienen los corredores del claustro superior y se iluminan desde el patio; en los cuerpos septentrional y oriental se añade otra crujía abovedada, esta vez rebajada, vaciada bajo el patio y que sirve de muro de contención de tierras. Aparte de unas sencillas construcciones de similares rasgos que las anejas a las casas principales destinadas a dependencias agropecuarias, destaca la ermita de San Juan Bautista, iglesia de la antigua puebla, que fue anexionada a la de El Escorial en 1563; construida hacia finales del siglo XV, fue derruida la nave y se mantuvo la capilla mayor para uso de los frailes, que la cercaron para evitar el paso de animales. Juan de Herrera en 1570 reconstruyó la cubierta y ejecutó las columnas toscanas del atrio, el cuerpo de campanas sobre la sacristía y los huecos de la capilla. De planta cuadrada y construida con mampuesto careado, el templo se cubre con bóveda de arista y aloja un retablo atribuido a Fernando Rincón; se accede al atrio al traspasar la alta cerca pétrea por un pórtico enlosado cubierto con armadura de madera y pizarra ¿como en el edificio, a cuatro aguas-, sostenida por las columnas herrerianas. Fue la capilla bendecida en 1856 tras su restauración por orden de Isabel II. Si bien se han conservado en un aceptable estado las construcciones de La Fresneda, los jardines han desaparecido casi por completo, restando diversas actuaciones en la posesión que muestran el interés del tratamiento territorial. Felipe II nunca dejó al azar la ordenación del entorno de sus residencias, que fueron siempre concebidas integradas en una naturaleza artificial que se iba desestructurando progresivamente hasta alcanzar el paisaje exterior, presumiblemente intacto. Además de la organización propia de La Fresneda, esta heredad estaba incluida en las grandes dehesas que rodeaban y formaban parte de la ordenación del Monasterio de San Lorenzo, pues, junto a La Herrería, Campillo y Monesterio, constituía una de las fases del gradiente canónico entre Arquitectura y Naturaleza que requería un edificio renacentista ubicado en el medio rústico, idea que en las actuaciones de Felipe II cobró gran impulso. Entonces, y como se ha señalado más arriba, el inclinado terreno requiere una organización aterrazada al modo clásico, con la Casa del Rey en la parte superior, rodeada por una plaza de acceso y una lonja posterior sostenida por un muro con su escalera adosada y, en esta cota inferior, otra lonja de acceso a la Casa de los Frailes, como se ha visto. El desnivel se absorbe, en este tercer nivel, mediante la edificación gracias a un relleno sostenido por las bóvedas de la planta baja. Enfrentado a la portada de la Casa del Rey se desarrolla un eje ¿no perfectamente coaxial con el de la edificación- que se cubre con una pérgola de granito y arcos de hierro y cruza, elevada, un área destinada a huerta, irrigada por unas interesantes regatas de granito herencia de los sistemas hidraúlicos musulmanes; acompañan estos canales un antepecho con albardilla de granito que cierra la lonja de acceso a la residencia real. La interesante fuente inmediata a la Casa del Rey fue incorporada al conjunto tras su desvinculación de la familia real. Además, y según los escritos del padre Sigüenza, esta lonja superior rodeaba toda la casa y en la parte posterior se disponían unos jardines hoy desaparecidos y denominados movedizos, pues se empleaban tiestos y maceteros para albergar la vegetación; se organizaban cuatro canales de piedra en cruz que repartían el agua desde una fuente central, imagen también de claros ecos hispanomusulmanes. Un antepecho sobre el muro de contención protegía del desnivel. Por unas escaleras adosadas a este muro de mampostería, también de tres tramos y construidas según ¿orden y forma¿ de Pedro de Tolosa, aparejador del Monasterio de San Lorenzo, se descendía a la lonja superior de la Casa de los Frailes, donde existía otro jardín, esta vez plantado y trazado por Juan Bautista Cabrera con la ayuda de Juan Inglés en 1569; contenía un estrecho viario enlosado que separaba tres cuadros prácticamente cuadrados con compartimentos y lazos más una fuente en el punto central de cada uno de ellos. Tras la Casa de los Frailes existía un jardín cercado de piedra con cuadros y laberintos de plantas aromáticas -sin frutales ni parras- y con una fuente rústica adosada al muro cubierta por un pabellón y celosías de madera. Constituye esta sucesión de ámbitos libres una interesante muestra de la introducción de la articulación perspectiva italiana en los jardines renacentistas españoles, sucesión espacial de gran riqueza que aúna la tridimensionalidad, con tres terrazas comunicadas por escaleras, y una sugerente variedad de tipos que incluye un novedoso jardín movedizo de recuerdo musulmán. Se accedía al conjunto desde el monasterio, cercado por un muro de mampostería de 12 pies, a través de un paseo de álamos negros que circundaba uno de los estanques para llegar a la Casa de los Frailes. El enclave de La Fresneda se ejecutó contemporáneamente al del Monasterio de San Lorenzo como lugar desde donde vigilar el seguimiento de las obras; por ello, incluso se guardaron en ella las trazas de la obra y se alojó la comunidad jerónima a cargo de El Escorial, se comenzó la biblioteca del monasterio y se proveyeron materiales ¿ladrillo, teja y piedra- para la magna obra. Así, desde 1563 hasta 1569 se trabajó en la Casa del Rey, al parecer dirigidos por Gaspar de Vega, que realizó la vecina de los Frailes, finalizada también en 1569; en este año se construyó la escalera de piedra que comunicaba la lonja de los frailes con la que rodeaba la casa. En 1562, antes de la compra de la finca, ya estaba trabajando en los jardines de La Fresneda Fray Marcos de Cardona, que había ejecutado los de Yuste, trazando calles y replantando la antigua huerta de Osorio; fueron ampliados entre 1566 y 1568 por orden de Felipe II, ayudado Cardona posteriormente por el jardinero Juan Inglés. Los estanques también se planificaron desde el inicio de las obras, pues en 1563 ya estaba el holandés Petri Janson en La Fresneda preparando el terreno para la construcción de dos de ellos, ejecutados por Pedro de Tolosa; posteriormente se trazaron otros dos, todos comunicados por canalizaciones y surtidos por el río Aulencia. El más cercano a la casa es el menor y los dos siguientes doblan a los anteriores, y el cuarto es todavía mayor; todos ellos se formaron mediante magníficos paredones de piedra con fuentes y otros artilugios para el recreo de los monarcas y monjes, hoy desaparecidos. Hay que destacar la isla cuadrada y el puente de losas de granito tras una puerta para acceder a ella en el estanque tercero, que contenía un cenador cubierto con chapitel de pizarra dentro de un laberinto, hoy desaparecido. Se rentabilizó la heredad, cerrada con cerca de mampostería en 1585, con el establecimiento de tejares y canteras para la obra del monasterio y el arriendo de pastos y cultivo de cereal; también pastaban numerosas cabezas de ganado en la dehesa, se poblaba de gamuzas y de peces y cisnes los estanques. Otras actividades desarrolladas en La Fresneda fueron la cinegética y la pecuaria, pues, ya en el siglo XVIII, Carlos III creó un establecimiento ganadero destinado a la mejora de la raza ovina merina. Tras la desamortización de bienes públicos efectuada en 1870 y la exclaustración de los monjes jerónimos del monasterio, fue comprada La Fresneda por la familia Borrell. La Casa de los Frailes, que en 1946 estaba prácticamente en ruinas, fue restaurada para residencia de los propietarios; por otro lado, la Casa del Rey sufrió una desafortunada ampliación que reducía sustancialmente la lonja posterior al construirse un salón y un comedor separados por un vestíbulo; el arquitecto de la misma, Manuel Cabanyes Mata, estaba emparentado con la familia propietaria, los Aguirre-Borrell. En la actualidad sigue en manos privadas y se está llevando a cabo una restauración del conjunto. Recibió el Premio Carlo Scarpa de la Fundación Benetton en 1996 y fue incoado BIC como monumento en 2003 al no incluirse en 1984 dentro de la declaración de Patrimonio de la Humanidad del conjunto del monasterio.

Descripción general: La Fresneda, siglo XVI La finca de la Fresneda o La Granjilla se encuentra al Este del término, en la cañada real del camino de Madrid, actualmente propiedad de Santiago Aguirre Gil de Biedma. Felipe II decidió comprar los terrenos de la Fresneda (1563), para construir una finca de recreo donde descansar los monjes y los miembros de la familia real. El rey haría construir una serie de edificaciones: una Casa para los Frailes, otra Casa para el rey, claustro, jardines, estanques y dependencias auxiliares agropecuarias. Sus edificios principales fueron encargados por Felipe II al arquitecto Gaspar de Vega entre 1563 y 1569, que aprovechó diversos elementos de una antigua puebla para crear las Casas del Rey y de los Frailes.

Descripción del bien: Finca La Granjilla, Antigua Fresneda, siglo XVI; 1563 -1569 Gaspar de Vega Los edificios de la Casa del Rey y la de los Frailes se emplazan sobre dos lonjas, similares a las del Monasterio de San Lorenzo. Ambas construcciones se sitúan paralelas con un eje de simetría central longitudinal, formado por la escalera de acceso de la fachada principal a la casa de los frailes. La Casa del Rey es una construcción exenta de planta rectangular, de mampostería de granito. Dispone de dos plantas, la baja con acceso por las dos fachadas, compuesta de vestíbulo sala con chimenea y la escalera en lo que fue la casa de Alonso de Osorio. Esta construcción tiene una llamativa puerta principal en su fachada suroeste muy ornamentada, así como recercados de granito en todos sus huecos. La fachada opuesta presenta una composición similar aunque queda enmascarada por dos cuerpos de una planta y un pórtico con columnas toscanas, añadidos en el presente siglo. Su cubierta es de losas de pizarra a dos aguas, sobre un alero pétreo. En ambas fachadas laterales se adosan cuerpos de menor altura y factura tosca de mampostería, con refuerzo de sillarejo en sus esquinas y recercado de huecos; la cubierta es de teja curva a cuatro aguas, sobre alero de madera con canecillos. La Casa de los Frailes mayor a la anterior, pero de una única planta con buhardilla, está realizada íntegramente en sillería, tiene forma de C en planta, aunque su simetría queda rota por la torre conservada de F. Avendaño en su esquina noroeste. En su interior un claustro de columnas de piedra. Su cubierta es de pizarra. Existen una serie de edificaciones agropecuarias cercanas a la ermita, de planta rectangular, construidas en mampostería con cubiertas de teja curva a dos aguas. Otros elementos destacados incluidos en la finca: presas de la Granjilla, fuente de la Granjilla y Puente de la Reina. Expediente 223/08: realización de sondeos y catas murarías, llevadas a cabo en la ¿Casa del Rey¿ y ¿Casa de Frailes¿. El resultado de estas ha sido el siguiente: -En el interior del edificio se han documentado los empedrados que constituían las soleras del edificio en su etapa decimonónica, cuando fue una explotación agropecuaria. -En el exterior se han recuperado parte de los empedrados históricos del acceso Norte del edificio así como una fase de rellenos para nivelar una zona ajardinada. Se ha localizado, también, una estructura de cimentación del Camino Real que pasaba por este lugar. En la fachada Este, entre la Torre de Don Alonso Osorio y la Casa de Francisco de Pañalosa, ha aparecido un magnífico enlosado y un área empedrada que podría tener relación con los empedrados interiores. -En el denominado ¿edificio adosado o anexo¿ (junto a la Casa de Francisco de Pañalosa), se ha identificado una solera de losas de granito irregulares y un arco de ladrillo integrado en el paramento que separa el exterior de la Casa de los Frailes y el interior del pequeño ¿edificio adosado o anexo¿. El estudio arqueológico de ambos edificios y su entorno más inmediato, ha permitido ofrecer una visión general de las fábricas edilicias correspondientes a la primera fase de construcción de los edificios (siglo XVI), así como de una gran cantidad de material arqueológico, representativo de la ocupación del lugar entre los siglos XVI y XX.

Bienes muebles: Arboleda, pradera y cultivos.

Justificación: Textos de archivos y bibliografía
Fuentes de información del bien: Fuentes escritas: Mandamientos de 1563 A.G.P. Leg 1956 Escritura venta A.G.P. leg 1956 Tasación de las obras de la Fresneda A. M.E. Sección 1 nº 3. Fuentes cartográficas: Cartografía Militar de España 18-21 Escala: 1:50.000 San Lorenzo de El Escorial, mapa general serie L. Fuentes iconográficasTrabajo inédito ¿La Granjilla Embalses y Canales¿ Luis Cervera Vera. Conjunto Monacal y cartesiano de la Fresneda en El Escorial¿ Separata del Boletín de Bellas Artes de San Fernando nº 60 Madrid, 1985

Fuente general: Sistema INPHIS de la Dirección General de Patrimonio Histórico de la  Comunidad de Madrid y elaboración propia.

Finca El Enebral

Otro nombre del bien:
Municipio: El Escorial

Código: CM/0054/060
Referencia catastral:
Referencia del catálogo urbanístico:
Georeferencia: UTM-X: 405508, UTM-Y: 4490270 / Longitud: -4º06´57´´, Latitud: 40º33´28´´

Nivel de protección: Yacimiento arqueológico o paleontológico documentado
Estado actual: Agropecuario y recreativo, en obras para convertirlo en hotel. Algunos edificios están bastante derruidos y necesitan ser rehabilitados. Parece se ha destruido el palomar, edificio más antiguo de la finca probablemente con algún interés histórico, se desconoce si la reforma aprobada, dejaba hacer esto, ya que cuenta con protección de grado 2º estructural y es suelo no urbanizable especialmente protegido de grado 1, con modificaciones puntuales.

Localización:
Acceso: M-600 en el kilometro 12,90 frente a la urbanización Pinosol. Por la M-600 en dirección hacia el Escorial desde el Alcor, pasar la entrada de la urbanización Pinosol a la izquierda, a 80 m. tomar desvío a la derecha tomar desvío por carretera hacia el Enebral, seguir unos 200 m.
Superficie: 267308 m2

Cronología: 0-0
Historia del bien:

Descripción general: La finca del Enebral originariamente medía 3000 hectáreas, que fueron adquiridas por Felipe II para su propia expansión y la de los monjes del monasterio. Parte de estas tierras cambiaron de manos con la desamortización de 1870. El palacio construido según propietarios en SXVIII, fue un cuartel del ejército republicano en la guerra civil, pasando después a Pedro Larragoitia, los duques de la Seo de Urgel, y la familia de Fernández Sousa (vinculada a Pescanova). La actual finca del Enebral es el resultado de la compra de varias fincas que se anexaron a la antigua en 1965

Descripción del bien: La finca está compuesta por varios edificios que son: un Palacio (1836,73 m²+ 995,20 m² de terrazas), una Ermita (127,68 m²), 4 viviendas para servidumbre, ganaderos y agricultores (93,03 m², 157,61 m² adosadas, 111.84 m²), unas cochineras (186,83 m²), unos establos (712,28 m²), un granero (158,61 m²), una vaquería (364,24 m²), una casa de guardeses (212,69 m²), una casa-almacén (301,95 m²), una nave (121,34 m²), un gallinero (99,05 m²), un almacén de jardinería (31,64 m²), un invernadero actualmente derruido (75,73 m²), una nave de maquinaria(236,60 m²), 3 pozos con caseta (85,71 m²) y un palomar(33,92 m²) actualmente derruido. (Ver proyecto reforma adjunto). De estos, han sido reformados en 2005, la nave, el almacén de jardinería, la nave de maquinaria. Todas las construcciones se estaban sometiendo a un proceso de reconversión para transformar la finca en un complejo hotelero con restaurante. Parece ser que las obras se han paralizado, ya que como podemos ver se ha extinguido la sociedad limitada que pretendía explotarlo en 2003 (propiedad de Luis García Cereceda), comprándola después Inversiones y Adquisiciones Monte Hermoso del Grupo Guillamon (Conde de Guillamon) que lleva a la venta desde el año 2008 por un precio de 16,5 millones de Euros. Todavía dispone de las licencias y proyecto aprobado para la realización de las citadas obras de conversión, con las modificaciones que son posibles realizar en sus obras de conversión publicadas el 10/12/2008 en el Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid, disponiendo de protección de grado 1º Integral. El palacio esta realizado en cajones de mampostería enmarcados por hiladas de ladrillos y tejados en pizarra, disponiendo de un patio interior. Las construcciones auxiliares de uso agropecuario son de mampostería en granito y cubiertas de teja plana a dos aguas.

Bienes muebles: Arboleda, monte bajo y pradera.

Justificación: El palacio fue construido en el SXVIII según sus propietarios y refromado en el primer tercio del S XX, según el catalogo de bienes de El Escorial es del S. XIX.
Fuentes de información del bien: Fuentes escritas: Artículo de prensa ¿El País¿, por Juan Carlos Martínez 30/01/2009 titulado: ¿Se vende palacio con vistas al Monasterio¿. Anuncio de venta publicado en internet Mayo 2009 Boletín Oficial de la Comunidad de Madrid del 10 de diciembre de 2008, pág. 107 a 109http://es.negocius.com/venta-palacio-madrid-escorial-el_nv22882.html Información de Sociedades mercantiles: http://www.einforma.com/servlet/app/prod/DATOS_DE/EMPRESA/PALACIO-HOTEL-EL-ENEBRAL-S.L.-(EXTINGUIDA). Fuentes cartográficas: Cartografía Militar de España 18-21 Escala: 1:50.000 San Lorenzo de El Escorial, mapa general serie L. Planos en proyecto de reforma, Palacio de El Enebral. 2008.

Fuente general: Sistema INPHIS de la Dirección General de Patrimonio Histórico de la  Comunidad de Madrid y elaboración propia.

El Castañar

Otro nombre del bien:
Municipio: San Lorenzo de El Escorial

Código: CM/0131/172
Referencia catastral:
Referencia del catálogo urbanístico: I-14
Georeferencia: UTM-X: 401789, UTM-Y: 4491421 / Longitud: -4º09’36», Latitud: 40º34’03»

Nivel de protección: Bien de Interés Cultural – . : . Otra figura: Yacimiento arqueológico o paleontológico documentado
Estado actual:

Localización:
Acceso: DEHESA DE LA HERRERÍA.
Superficie: 173370 m2

Cronología: 0-0
Historia del bien: «(…) LA ASIGNACIÓN A JUAN DE VILLANUEVA COMO AUTOR DE LA CASA DEL MARQUÉS DEL CAMPO DE VILLAR POR SU CONTEMPORÁNEO JUAN AGUSTÍN CEÁN-BERMÚDEZ, ES EN SÍ SUFICIENTE PARA ELIMINAR CUALQUIER DUDA SOBRE TAL ASEVERACIÓN, AUNQUE LUEGO SE HAYA VISTO CORROBORADA POR LOS GRANDES ESTUDIOSOS DE LA OBRA DEL MAESTRO. LA AFIRMACIÓN DE CEÁN, PUBLICADA EN SU APÉNDICE A LAS «NOTICIAS DE ARQUITECTOS¿ DE EUGENIO LLAGUNO, ESTABLECÍA QUE LA TRAZA Y CONSTRUCCIÓN DE ESTA CASA ERA EL SEGUNDO ENCARGO PARTICULAR DE VILLANUEVA EN SAN LORENZO DE EL ESCORIAL, TRAS LA DEL CÓNSUL DE FRANCIA EN 1768, SIN AÑADIR NINGÚN DATO CRONOLÓGICO MÁS, NI TAMPOCO SOBRE SU LOCALIZACIÓN. SERÁ CASI CIEN AÑOS DESPUÉS, CUANDO EL ARQUITECTO LUIS CABELLO LAPIEDRA SE ATREVA, UN TANTO GRATUITAMENTE, A IDENTIFICAR EL EDIFICIO CON EL ¿CONOCIDO VULGARMENTE CON EL NOMBRE DE LA CASA DEL BALCÓN DE PIEDRA, EN LA CALLE SAN ANTÓN», DONDE HOY SE HALLA EL MESÓN LA CUEVA, INTRODUCIENDO UNA CONFUSIÓN QUE, DADA SU REPUTACIÓN Y CONOCIMIENTOS DE LA LOCALIDAD, SERÍA SEGUIDA POR LOS NUMEROSOS INVESTIGADORES QUE VENDRÍAN TRAS ÉL. SÓLO HACE MUY POCO ESTE ERROR DE SITUACIÓN SE HA PODIDO SUBSANAR. LO CIERTO ES QUE LA SOLICITUD DE CONSTRUCCIÓN DE LA CASA AL PRIMER SECRETARIO DE ESTADO LLEVA FECHA DEL 28 DE NOVIEMBRE DE 1773, CUATRO AÑOS POSTERIOR A LA FIJADA POR DIVERSAS PUBLICACIONES, Y PARA ELLO SE PIDE UN SOLAR DE 72 PIES DE LÍNEA AL MEDIODÍA Y FRENTE A LAS COCHERAS NUEVAS DE S.M. ES DECIR, EL INMUEBLE QUE, TAMBIÉN EQUIVOCADAMENTE, CABELLO LAPIEDRA LLAMÓ DEL CÓNSUL DE FRANCIA, AFIRMACIÓN QUE DARÍA LUGAR AÑOS DESPUÉS A LA COLOCACIÓN DE UNA PLACA MAL FECHADA. LA PETICIÓN PARA EDIFICAR LA REALIZARÁ EL PROPIO II MARQUÉS DEL CAMPO DE VILLAR, D. ALONSO MUÑIZ Y MANJÓN, CABALLERO DE LA ORDEN DE SANTIAGO (1757) Y MAYORDOMO DE SEMANA DE S.M., QUIEN HABRÍA HEREDADO EL TÍTULO DE SU TÍO, EL SECRETARIO DE GRACIA Y JUSTICIA, D. ALFONSO MUÑIZ Y OSARIO. LA REAL LICENCIA LA OBTENDRÁ EL 3 DE DICIEMBRE DE 1773 Y EL DESPACHO FIRMADO DEL MONASTERIO EL 5 DE MARZO DE 1774, AMBOS PERMISOS NECESARIOS PARA COMENZAR LA CONSTRUCCIÓN. LA OPCIÓN DEL MARQUÉS POR JUAN DE VILLANUEVA PUEDE RESULTAR LÓGICA SI TENEMOS EN CUENTA LA FAMA ASCENDENTE DEL ARQUITECTO EN EL SITIO, ESPECIALMENTE TRAS LA REALIZACIÓN DE SUS PRIMERAS OBRAS REALES, LA CASA DE FAMILIAS DE INFANTES EN 1770 Y LAS CASITAS DE RECREO DEL PRÍNCIPE D. CARLOS Y DEL INFANTE D. GABRIEL ENTRE 1771 Y 1773. CAMPO VILLAR, MIEMBRO DEL SÉQUITO REAL Y, POR TANTO, CONOCEDOR DE LA TEMPRANA PRODUCCIÓN DE VILLANUEVA, DEBIÓ ENCONTRAR EN ÉL LAS CUALIDADES PRECISAS PARA LA EDIFICACIÓN DE UNA CASA DE PRETENDIDA REPRESENTATIVIDAD, DADO QUE SU USO, DURANTE LAS JORNADAS, SERÍA EL ARRENDAMIENTO A LA MÁS ALTA JERARQUÍA CORTESANA. NO SE TRATABA PUES DE SU RESIDENCIA PERSONAL, PORQUE EL MARQUÉS TENÍA SUS HABITACIONES DENTRO DEL COLEGIO, EN EL MONASTERIO. PARA ELLO, VILLANUEVA PROPONDRÁ UNA CASA DE PLANTA RECTANGULAR, CON LADOS PARALELOS AL MONASTERIO, Y DOS ALTURAS, BAJA Y NOBLE, ADEMÁS DE UNAS POSIBLES BUHARDILLAS. (…). EL 23 DE MAYO DE 1774 FALLECE DIEGO DE VILLANUEVA Y SU HERMANO JUAN REGRESA A MADRID PARA INSTALARSE DEFINITIVAMENTE, CUANDO LA CASA DE CAMPO VILLAR DEBÍA ESTAR EN PLENA EJECUCIÓN. EXACTAMENTE SEIS MESES DESPUÉS, EL ARQUITECTO DEL REAL SITIO JUAN ESTEBAN RECONOCE LA CONSTRUCCIÓN Y EXTIENDE EL CERTIFICADO FINAL DE LA OBRA, EN EL QUE INCLUYE: SU SITUACIÓN, MANZANA 10 DEL PLANO DE 1767 Y EN LAS INMEDIACIONES DE LAS COCHERAS NUEVAS DEL REY , LAS LINDES DE LA FINCA Y SUS DIMENSIONES, FACHADA PRINCIPAL AL MEDIODÍA DE 70 PIES 1/2, DERECHA U ORIENTAL DE 44 PIES, SINIESTRA U OCCIDENTAL DE 78 PIES 1/2 Y ESPALDA O NORTE A LA CALLE DE LA CAÑADA DE 77 PIES 1/4, ASÍ COMO LA SUPERFICIE DEL SOLAR DE 479 2/3 VARAS SUPERFICIALES, ESTO ES, UNOS 335 M2. ESTOS DATOS COINCIDEN CON LOS FIJADOS POR EL REGISTRO DE LA PROPIEDAD DE SAN LORENZO, QUE LA UBICAN EN LA CALLE DE JUAN DE LEYVA N°17, CON LA QUE LIMITA AL SUR, CON VUELTA A LA DE SAN JUAN N°1, A LA DEL CALVARIO N°36 Y A LA DEL PATRIARCA N°S, Y CUYA ÁREA TOTAL ES DE 33S M2 Y 422 MM2. LA ESCRITURA DE CENSO PERPETUO A FAVOR DEL REAL MONASTERIO Y CONTRA EL MARQUÉS LLEVA FECHA DEL 26 DE NOVIEMBRE DE 1774, SEGÚN LA CUAL DEBERÁ PAGAR ANUALMENTE 479 MARAVEDÍES, COMO RECONOCIMIENTO DE SU DOMINIO SOBRE EL TERRENO. EL 24 DE MARZO DE 1777 CAMPO VILLAR LIBRA UN NUEVO CENSO, ESTA VEZ DE 603.499 REALES DE PRINCIPAL A FAVOR DE SU HERMANO, EL PRESBÍTERO D. MATEO MUÑIZ, TESORERO DE LA IGLESIA CATEDRAL DE VALLADOLID Y CABALLERO DE LA ORDEN DE SANTIAGO. EN EL DOCUMENTO HIPOTECARIO VUELVEN A APARECER LOS CONSABIDOS DATOS PARA SU UBICACIÓN, PERO INCORPORA LA IDENTIDAD DEL ARRENDATARIO EN AQUEL MOMENTO, QUE ES UNO DE LOS PERSONAJES CON MAYOR ACCESO AL REY, EL EMBAJADOR DE PORTUGAL. EN EL PLANO DE MERLO DE 1785 SE REFLEJA SU TITULARIDAD PARTICULAR, PUES COMO BIEN INDICARÁ LA «RAZÓN DE LAS CASAS DEL SITIO» DE 1789- 1790 SIGUE FIGURANDO EL MARQUÉS COMO DUEÑO DEL EDIFICIO, SEÑALÁNDOLE ESTE CATASTRO EL NÚMERO 11 DE LA CALLE DE LA LOTERÍA DEL REY, HOY JUAN DE LEYVA. ALGÚN DATO MÁS APORTA LA » LISTA DE LAS CASAS QUE SE HALLAN FABRICADAS EN EL SITIO DE SN LORENZO» DE 1794, PUES, CONTINUANDO EN MANOS DE LA MISMA PROPIEDAD, OCUPA LA MANZANA LX Y UN ÁREA DE 3S69 5/8 PIES CUADRADOS SUPERFICIALES, O LO QUE ES IGUAL 300.43 M2, ALGO ESCASA EN RELACIÓN A LA REALIDAD. EL 23 DE ABRIL DE 1825 LA REGISTRA D. JOSÉ MUÑIZ Y MOLLINEDO, III MARQUÉS DEL CAMPO DE VILLAR, A QUIÉN POR NO TENER SUCESIÓN DIRECTA HEREDAN SUS SOBRINOS, D. ILDEFONSO, NUEVO MARQUÉS, D. NICOLÁS Y D. FRANCISCO DE TUERO Y MUÑIZ, QUIENES ESTABLECEN UN PROINDIVISO DE LA CASA EL 15 DE MARZO DE 1866. LA MUERTE DE NICOLÁS DE TUERO OCASIONA LA DIVISIÓN POR LA MITAD DE LA FINCA ENTRE SUS HERMANOS EL 18 DE MARZO DE 1869, AUNQUE LA CESIÓN DE SU PARTE POR EL IV MARQUÉS A SU HIJA Dª. ISABEL DE TUERO Y ADRIANI, EL 23 DE MARZO DE 1886, Y LA VENTA DE ÉSTA A SU TÍO EL 15 DE DICIEMBRE DEL MISMO AÑO POR 15.000 REALES DE VELLÓN, TERMINARÁN POR CONCENTRAR TODA LA PROPIEDAD EN MANOS DEL HERMANO MENOR D. FRANCISCO. EL 4 DE NOVIEMBRE DE 1890 FIGURA COMO DUEÑO D. ENRIQUE DE TUERO Y CIFUENTES, HIJO DE FRANCISCO, QUIÉN EL 18 DE OCTUBRE DE 1894 LA VENDE POR MITADES Y PROINDIVISO A LOS HERMANOS Dª. MARÍA Y D. ANDRÉS LEONOR Y GONZÁLEZ, DANDO POR FINALIZADA, DESPUÉS DE CIENTO VEINTE AÑOS, LA VINCULACIÓN DE LA CASA A LA FAMILIA DEL POSEEDOR ORIGINAL. ES EN ESTE MOMENTO CUANDO EL EDIFICIO ADQUIRIÓ CON FUERZA SU NUEVO CARÁCTER DE CASA DE TEMPORADA, TAL Y COMO VENÍA OCURRIENDO CON MUCHAS DE LAS EXISTENTES EN EL CENTRO URBANO DE SAN LORENZO DE EL ESCORIAL, Y CUANDO SUFRIRÁ SU MÁS PROFUNDA TRANSFORMACIÓN. A PRINCIPIOS DE SIGLO, Dª. MARÍA LEONOR DECIDE REALIZAR LA FUNDACIÓN QUE LLEVA SU NOMBRE, PLANTEANDO, COMO UNO DE SUS OBJETIVOS, LA CONSTRUCCIÓN DE UNA RESIDENCIA DE ANCIANOS QUE DEBE ESTAR SITUADA EN ESTA CASA DE SU PROPIEDAD. INSUFICIENTE EN ESPACIO, EL AYUNTAMIENTO, CON SU ALCALDE D. NICOLÁS SERRANO A LA CABEZA, HACE EN 1909 UNA TRANSMISIÓN DE DOMINIO QUE POSIBILITA LA AMPLIACIÓN HACIA EL NORTE CON UN EDIFICIO ADOSADO AL INICIAL, ADQUIRIENDO PLANTA EN «L ¿ Y FACHADA PRINCIPAL LA CALLE DEL PATRIARCA N°8. LA IMPOSIBILIDAD DE LLEVAR A CABO EL PROYECTO DE LA RESIDENCIA OBLIGA A LOS TESTAMENTARIOS DE Dª. MARÍA LEONOR A VENDER LA FINCA EN 1927 A D. RAMÓN LUIS YAGÜE, CUYOS DESCENDIENTES SIGUEN DISFRUTÁNDOLA EN LA ACTUALIDAD. EL LA CONVERTIRÁ EN CASA-HOTEL DE VACACIONES CON JARDÍN POSTERIOR, ALTERANDO LA FISONOMÍA ORIGINAL AL ENCARGAR AL ARQUITECTO CARLOS LÓPEZ ROMERO EN 1929 LA ELEVACIÓN DEL EDIFICIO EN UN NIVEL Y LA INCORPORACIÓN DE UNA GALERÍA ACRISTALADA EN SU FACHADA ESTE, CON ACCESO A LAS PLANTAS PRINCIPAL Y SEGUNDA. LA AMPLIACIÓN NO PERDERÁ EL CARÁCTER DE LA EDIFICACIÓN, UTILIZANDO LA MISMA CORNISA DE PIEDRA Y MANTENIENDO EL RITMO Y TRATAMIENTO DE LOS NUEVOS HUECOS. A MEDIADOS DEL SIGLO ACTUAL SE AÑADIRÁ UN CUERPO SOBRE EL VOLUMEN PRINCIPAL, EN SU CRUJÍA MÁS OCCIDENTAL Y POR ENCIMA DE LA LÍNEA DE CORNISA, QUE ELIMINARÁ LAS BUHARDILLAS PERO PROVOCARÁ LA PÉRDIDA DE LA HASTA ENTONCES INVARIABLE SIMETRÍA DE LA FACHADA PRINCIPAL. LA RESTAURACIÓN LLEVADA A CABO POR EL ARQUITECTO JAIME CERVERA BRAVO EN 1982, A CARGO DE UNA PARTIDA PRESUPUESTARIA DE LA DIRECCIÓN GENERAL DE BELLAS ARTES, ARCHIVOS Y BIBLIOTECAS, PERMITIRÁ RECUPERAR LA IMAGEN INMEDIATAMENTE ANTERIOR DE LA CASA, AUNQUE PARA ELLO FUERA NECESARIO PERMUTAR EL CITADO CUERPO ALTO ADICIONADO POR UNA GALERÍA ABOVEDADA TRANSPARENTE DE PVC QUE SE SITUARÁ SOBRE LA AMPLIACIÓN DE 1909, LA CUAL, A PESAR DE SUS PRETENDIDAS REFERENCIAS ARQUITECTÓNICAS A LA OBRA DE VILLANUEVA Y SU DISEÑO EN CONTINUIDAD CON LOS EXISTENTES EN EL MISMO VOLUMEN, PROPORCIONA UN DUDOSO RESULTADO. SIN EMBARGO, CON SU CONSTRUCCIÓN, CERVERA LOGRARÁ REPARAR TODA LA DETERIORADA CUBIERTA DE MADERA, INCORPORANDO PERFILES METÁLICOS, Y TRATARÁ DE FORMA DIFERENTE LOS ALEROS Y CANALONES DEL EDIFICIO AÑADIDO Y DEL ORIGINAL. (…)». «ARQUITECTURA Y DESARROLLO (1998)», PÁGINAS 408-411.

Descripción general: JARDÍN Y HUERTA HISTÓRICOS. SIGLOS XVI-XVIII.

Descripción del bien: LA (¿) HUERTA (¿) DEL CASTAÑAR, SITUADA AL SUR DE LA HERRERÍA Y EXTENDIDA HASTA LA FALDA DEL MONTE DE LAS MACHOTAS; ES LLAMADA ASÍ PORQUE EN SU ENTORNO EL MONARCA, EN LOS PRIMEROS AÑOS DE LA CONSTRUCCIÓN, 1565, MANDÓ REALIZAR UNA PLANTACIÓN DE CASTAÑOS EN LAS MÁRGENES DEL ARROYO DEL GARGANTÓN, EN LAS PROXIMIDADES DEL ANTIGUO POBLADO DEL VAL DE LAS FERRERÍAS DE FUENTELAMPAS. ERA UNA HERMOSA FINCA CERCADA CON UNA PARED DE PIEDRA, QUE POSTERIORMENTE SE CIERRA CON UNA PUERTA, LA DENOMINADA PUERTA DEL CASTAÑAR, FECHADA EN 1779 EN LA INSCRIPCIÓN QUE APARECE EN EL DINTEL. ESTA HUERTA SE URBANIZÓ DIVIDIENDO SUS TIERRAS MEDIANTE «QUARTELES Y CALLES», INSTALANDO ALGUNAS FUENTES, Y UN ESTANQUILLO», CONSTRUIDO SEGÚN CONSTANCIA DOCUMENTAL HACIA 1616. EL AGUA PROPORCIONADA POR ESTOS ÚLTIMOS Y UNIDA A LOS ARROYOS QUE BAJABAN DE LA MONTAÑA SE UTILIZABA PARA REGAR LA TIERRA DE LOS «QUARTELES DONDE CRECÍAN ESPECIES VARIADAS DE ÁRBOLES, CUYA FRUTA SEGÚN SUS DISEÑADORES «ES DE LA MEJOR Y MAS SANA QUE SE HALLA». EN ESTA FINCA TAMBIÉN SE ENCUENTRAN UNAS VIVIENDAS POPULARES, Y PRÓXIMA A ELLAS LA PLAZUELA DE LOS TILOS LA CUAL ESTA PRESIDIDA POR UNA FUENTE CON PILÓN Y BANCO DE GRANITO. ¿ARQUITECTURA Y DESARROLLO (1998)¿, PÁGINA 284.

Bienes muebles:

Justificación: «ARQUITECTURA Y DESARROLLO (1998)»: REFERENCIAS DE LOS SIGLOX XVI, XVII Y XVIII (1565, 1616 Y 1779).
Fuentes de información del bien:

Fuente general: Sistema INPHIS de la Dirección General de Patrimonio Histórico de la  Comunidad de Madrid y elaboración propia.

Jardines de Terreros

Otro nombre del bien: PASEO DE TERREROS
Municipio: San Lorenzo de El Escorial

Código: CM/0131/173
Referencia catastral:
Referencia del catálogo urbanístico: A1-63
Georeferencia: UTM-X: 403285, UTM-Y: 4494015 / Longitud: -4º08’34», Latitud: 40º35’28»

Nivel de protección: Bien de Interés Cultural – . : . Otra figura:
Estado actual: SE DESCONOCE QUE ELEMENENTOS SE CONSERVAN DEL PROYECTO DEL SIGLO XIX.

Localización: INFANTES,
Acceso: CALLE INFANTES C/V CALLE REY C/V CALLE JUAN ABELLÓ PASCUAL C/V CALLE MADRE CARMEN SALLES.
Superficie: 12601 m2

Cronología: 0-0
Historia del bien:

Descripción general: JARDINES Y PASEO. SIGLO XIX.

Descripción del bien: JARDIN HISTÓRICO. CONSTRUIDO A MEDIADOS DEL SIGLO XIX POR EL AYUNTAMIENTO. ¿EN 1852 EL MUNICIPIO SOLICITA A S.M. PERMISO PARA PLANTAR LOS PRIMEROS ÁRBOLES EN LO QUE SERÁ EL PASEO DE LOS TERREROS (¿)¿ «ARQUITECTURA Y DESARROLLO (1998)», PÁGINA 201.

Bienes muebles:

Justificación: «ARQUITECTURA Y DESARROLLO (1998)»: 1852.
Fuentes de información del bien:

Fuente general: Sistema INPHIS de la Dirección General de Patrimonio Histórico de la  Comunidad de Madrid y elaboración propia.

Monasterio de San Lorenzo de El Escorial

Otro nombre del bien:
Municipio: San Lorenzo de El Escorial

Código: CM/0131/023
Referencia catastral:
Referencia del catálogo urbanístico: I-8
Georeferencia: UTM-X: 402943, UTM-Y: 4493603 / Longitud: -4º08’48», Latitud: 40º35’15»

Nivel de protección: Bien de Interés Cultural – Monumento. Declaración: Decreto de 3 de junio de 1931 declarando monumentos Históricos-Artísticos, pertenecientes al Tesoro Artístico Nacional, los que se indican. (Gaceta de Madrid de 4 de junio de 1931) «Artículo 2. Se declaran igualmente como comprendidos en esta relación los Palacios y Jardines que pertenecieron al Patrimonio de la Corona, hayan sido, o no, entregados a los Ayuntamientos respectivos». Otra figura: Yacimiento arqueológico o paleontológico documentado
Estado actual: Bien de interés cultural- BIC- (declarado); Monumento; ; Declaración de bien de interés cultural de PALACIO MONASTERIO Y JARDINES – 03/06/31; Estatal; Normas Subsidiarias y catálogo; Bueno; Religioso, Docente, Institucional, representativo.

Localización: Avenida Juan de Borbón y Battenberg, 1
Acceso:
Superficie: 319017 m2

Cronología: 0-0
Historia del bien:

Descripción general: Monasterio 1562-1584: Juan Bautista de Toledo, Juan de Herrera siglo XVIII: Juan de Villanueva Felipe II concibe construir el Monasterio por el reconocimiento por la victoria de San Quintín, que tuvo lugar el día de San Lorenzo de 1557 y el deseo de erigir un mausoleo en memoria de sus padres y de él mismo, puesto bajo la advocación de San Lorenzo. También son conocidas las motivaciones que llevó a Felipe II la elección del lugar: la proximidad a la Corte en Madrid, la adecuación del entorno físico a las normas vitruvianas y por último, las condiciones que exigían los frailes jerónimos. El monasterio se plantea según un eje principal este-oeste y en el lugar donde los vientos dominantes no azotan directamente. Basándose en los deseos expresos de Felipe II, Juan Bautista de Toledo, nombrado arquitecto real, proyectó un edificio integrado por un palacio, una iglesia y un convento con capacidad para albergar inicialmente 50 religiosos, dividido en tres sectores. En el meriodional se sitúa el convento, organizado alrededor de un patio y claustro principal y de otros cuatro pequeños. En la parte central, tras el gran patio de acceso se dispone la Basílica y abrazando la cabecera, en el extremo oriental, las estancias privadas del palacio con los aposentos reales. Y finalmente , en el tercio norte, se sitúa la zona de palacio distribuida entorno a un gran patio principal y cuatro de servicios. Es decir, inicialmente no se contó con el colegio y el seminario, ni tampoco con las dependencias hospitalarias ni de servicio. En el proyecto inicial el edificio presentaba dos alturas diferentes, planteándose menor altura en la mitad occidental que en la oriental. El aspecto monacal se rompía con la ubicación de las dos torres palaciegas en los extremos de la fachada principal, mas bajas que las otras dos orientales. En cuanto al templo, Toledo lo concibió centralizado, con cinco cúpulas y flanqueado por dos torres. Sobre este modelo y trazas de 1562 Felipe II pidió consejo a varios arquitectos. Tras el fallecimiento de Juan Bautista de Toledo, en 1567, Juan de Herrera, su ayudante, es nombrado arquitecto real, aportando cambios en el sistema constructivo y en la organización, con innovaciones que acelerarían el ritmo de las obras. En 1571 llegaron al Monasterio el rey con su corte y parte de los religiosos y en 1583 se habían terminado las obras en la Basílica y Jacome da Trezzo comenzaría los trabajos de labrado del tabernáculo y las relacionadas con el marco arquitetónico del retablo mayor que Pompeo Leoni completaría con sus figuras de bronce. En 1584 se colocaba la última piedra del monasterio.

Descripción del bien: Monasterio 1562-1584: Juan Bautista de Toledo, Juan de Herrera siglo XVIII: Juan de Villanueva El monasterio presenta una planta rectangular (207 x 162 m), siendo sus fachadas mayores del naciente y las del poniente. El acceso principal se encuentra en la fachada oeste del edificio. A esta fachada se abren tres puertas: el pórtico principal en el centro, resaltado por un frontispicio, y dos puertas laterales, a la derecha la del convento que es realmente la entrada a las cocinas, y a la izquierda, la del colegio de Alfonso XII. El pórtico principal consta de dos cuerpos o pisos claramente diferenciados. El inferior enlaza la cornisa de su entablamento con la general el edificio. Sobre la cornisa, a ambos extremos, se disponen dos parejas de pirámides rematadas con bolas, apoyadas sobre pedestales, situadas en la misma vertical de las columnas inferiores. El conjunto de la fachada oeste aparece flanqueado por las torres de la Botica en su extremo meridional, y del colegio. Las dos puertas laterales situadas a ambos lados de la puerta principal están enmarcadas por pilastras adosadas. La fachada norte, enmarcada por la torre de las damas y la del colegio, presentan dos pisos y esta articulada mediante pilastras superpuestas, al igual que la del poniente. Sus tres puertas adinteladas son del mismo tamaño, siendo la del extremo oriental la puerta principal del Palacio, la central la del acceso a las cocinas, y las mas occidental la comunica con el patio de servicios del colegio. La fachada oriental del monasterio se encuentra delimitada por la torre del prior en el ángulos sur, y la torre de las damas en el norte, dominados en el centro por la cabacera de la Basílica y la cúpula; al igual que en la fachada sur, de imponente dimensión horizontal, el arranque, como una fortificación, es en talud y a él se abren las ventanas de los sótanos. El monumento esta asentado sobre una plataforma, haciéndose mas evidente en las fachadas sur y este, en donde muestra su muro de contención, el Muro de los Nichos, construido con fábrica de sillería. Sobre ella y rodeando las zonas del Convento y Palacio, las mas privadas del Monasterio, se organizan los jardines, de los Frailes y del Palacio, y en los lados norte y oeste la Lonja o atrio de acceso al edificio. Las alas de mediodía y levante se apoyan en las bóvedas que cubren las cantinas iluminadas por las 99 ventanas dispuestas a los largo del talud de arranque de las fachadas. El jardín se comunica con la huerta por medio de tres escaleras, de dos tiros y tres tramos de gradas, situadas en cada uno de los lados, construidas en piedra berroqueña, coincidentes con ejes principales del edificio. En el ala oeste tras pasar la puerta principal se accede a un pórtico, cubierto con una bóveda escarzada de sillería presenta en sus testeros la puerta de entada a la Biblioteca, al patio del colegio, al claustro de la hospedería y al patio del convento. Desde aquí y atravesando una arquería de tres vanos de medio punto se accede al patio de los Reyes, verdadero atrio de la Basílica. La Biblioteca, consta de dos salones superpuestos, estructurada a base de pilastras, molduras y arcos fajones, y cubierta con una bóveda de cañón. El patio de los Reyes, delimitado por los muros del Convento y el Colegio, por el que se accede a aquella mediante siete gradas que remarcan la jerarquía del espacio siguiente. La fachada de la Basílica, la constituye un cuerpo central, flanqueado por dos torres en cada ángulo. Lo integran dos niveles decorados con columnas, uno inferior, hexástilo y dórico, y otro superior de orden toscazo, rematado con un frontón triangular. El espacio basilical se organiza en tres naves, la central mas ancha que las laterales. La jerarquía del crucero, como parte mas importante, queda remarcada por la utilización del orden dórico, de mayores proporciones, incluso que el de la fachada. Cuatro pilares torales constituyen el núcleo sobre el que se asienta la cúpula. Y delimitado por cuatro machones achaflanados en sus vértices exteriores con pilastras pareadas. Sobre el crucero propiamente dicho se asienta una cúpula, cuyo tambor en el que se abren ocho ventanales de medio punto, enlaza con la bóveda mediante pechinas, mientras que la semiesfera de la cúpula se organiza en gajos, rematándose con un óculo y una linterna. El presbiterio, destaca del resto de la iglesia por su ornamentación y materiales utilizados. Se accede a el mediante dos tramos de escalinatas, llegando por una tercera hasta el retablo mayor. Se organiza en torno a un claustro principal alrededor del patio de los Evangelistas y a otros cuatro patios mas pequeños en torno a los cuales se disponen los diferentes servicios. En su parte baja se agrupan la portería, de planta rectangular, cubierta con una bóveda escarzana de tres tramos; la iglesia vieja, también rectangular de otros tres tramos definidos por arcos rebajados y cubiertos con bóvedas vaídas; y la escalera principal, que es una de las piezas mas importantes del monasterio desde el punto de vista arquitectónico. Es de tipo imperial, siendo el tiro de ida mas ancho que los dos laterales de vuelta. Su iluminación se produce a través de vanos termales que enlazan mediante lunetos, con la bóveda. En la planta inferior, en la panda mas oriental del claustro, y unida a la Basílica, se encuentra la sacristía, precedida de un vestíbulo. Cubierta con bóveda rebajada y profusamente decorada, es una de las piezas mas lujosamente tratadas del convento. El claustro, consta de dos pisos de planta cuadrada, cubiertos con bóvedas rebajadas con lunetos, y rematándose en las esquinas con bóveda de aristas. En el piso inferior la bóveda es de fábrica de cantería mientras que en el superior esta hecha con ladrillo y enlucida con yeso blanco. Presenta dos órdenes de arquería de medio punto peraltadas, el inferior dórico, y el superior jónico, separadas mediante una cornisa, resolviéndose las esquinas mediante un cuarto de columna. En su centro se levanta un templete de planta cuadrada con los ángulos achaflanados, cubierto con una cúpula asentada sobre un anillo de modo de tambor. En el sector sureste del convento se abren los cuatro patios chicos, alrededor de cuyos claustros se alojan las celdas y dependencias de los frailes, cuyo nexo de unión lo constituye el patio de luces del convento, siendo éste el centro de iluminación de la zona. Los cuatro patios de servicios constan de tres pisos; las cubiertas de los corredores inferiores se resuelven mediante bóvedas vaídas, mientras que los superiores se cubren con techados de viguería de madera y entrevigado de yeso, solucionándose las esquinas mediante arcos perpiaños. Cada uno de ellos tiene siete vanos por panda, los cuales se marcan mediante arcos rebajados apoyados sobre pilares que en las esquinas toman forma cruciforme. Sobre las cubiertas se alinean dos hileras de buhardillas y en el centro de cada patio se dispone una fuente. En el tercio norte del Monasterio se disponen el Colegio, el Seminario, y el Palacio. El colegio y el seminario ocupan la mitad noroeste y presentan cuatro patios: el del seminario, junto a la torre de los Doctores; el primer y segundo patio del Colegio, lindando con el patio de Reyes, y un cuarto patio dividido a su vez en dos: uno de servicios y otro conocido como el patio del Peladero. Al colegio se accede por la puerta norte del nártex basílical, y su organización en muy semejante a la del convento. El seminario cuenta con su propio refectorio y aula en el oeste, desde donde se puede acceder a la biblioteca. En el Palacio se pueden distinguir dos zonas claramente diferenciadas, el palacio público en el sector noreste, y otra, el palacio privado con los aposentos del Rey, alrededor de la cabecera de la Basílica. Lo único de todo el conjunto palaciego que continua casi intacto es la Sala de las Batallas. Construida por una galería abovedada, con nueve ventanales. Todas las cubiertas del Convento, colegio y Palacio fueron reformadas, cambiando las armaduras de madera. La Biblioteca posee uno de los fondos bibliográficos más valiosos del mundo, no por la cantidad ya que hay alrededor de 50.000 volúmenes, sino por su calidad, siendo especialmente valiosas sus colecciones de manuscritos árabes, hebreos y latinos. La sala abierta al público es una galería abovedada de 54 metros de longitud por 9 de ancho. Está decorada con pinturas de Tibaldi y Carducci, del siglo XVI. El programa iconográfico es muy interesante, en el testero norte está representada la Filosofía, en el opuesto la Teología y entre ambos las siete Artes Liberales: la Gramática, la Retórica, la Dialéctica, la Aritmética, la Música, la Geometría y la Astronomía. El Panteón de Reyes está ubicado justo debajo del Altar Mayor, en él están enterrados prácticamente todos los reyes de España a partir de Carlos I, excepto Felipe V, Fernando VI y Amadeo de Saboya. El Panteón es una sala octogonal, en uno de sus lados está la entrada y en el de enfrente se sitúa un altar con un Cristo en bronce dorado de Domenico Guido. La estancia está decorada con mármoles granates y grises y bronce dorado a fuego. El Panteón de Infantes se realizó a mediados del siglo XIX, en el reinado de Isabel II, y finalizaron las obras en 1886. Construido en mármol blanco de Carrara, está compuesto por nueve salas. En la primera está la escultura en bronce de Isabel II, en actitud orante. La tumba que más destaca de este panteón es la de don Juan de Austria, hijo natural de Carlos V. En otra de las salas hay una gran tumba colectiva en forma de tarta donde, están enterrados algunos de los niños de las familias reales que murieron antes de la Primera Comunión. Los Palacios ocupan parte de la fachada Norte y de la Este, además del saliente de la basílica. Las estancias palaciegas del siglo XVI fueron ocupadas por Felipe II. La primera de ellas se conoce como la Sala de las Batallas, decorada con pinturas realizadas por artistas genoveses: Oracio Cambiaso, Fabricio Castello, Nicolás Granello y Lázaro Tavarone. Se representan escenas de batallas, entre ellas las de la Higueruela y la de San Quintín. En otra de las habitaciones se puede ver la silla litera que transportaba a Felipe II al final de su vida, cuando, por culpa de la enfermedad de la gota apenas podía andar. La Sala de los retratos, la de Cartografía y la del Trono nos llevan hasta el dormitorio donde murió el Rey, caracterizado por su sencillez. El Palacio de los Borbones está decorado a finales del siglo XVIII, con Carlos III y su hijo Carlos IV. Juan de Villanueva interviene en la fachada norte para dotar de acceso a la parte del Monasterio que los borbones habilitan para residencia real, consistiendo principalmente en la apertura de una nueva puerta y en la escalera de comunicación. En el interior destaca la influencia del gusto francés en el estilo de los muebles, porcelanas, lámparas y todo tipo de objetos decorativos. Lo más importante de estas habitaciones es la colección de tapices cuyo diseño está realizado por artistas como Goya, Bayeu y Tenniers, entre otros.

Bienes muebles:

Justificación:
Fuentes de información del bien:

Fuente general: Sistema INPHIS de la Dirección General de Patrimonio Histórico de la  Comunidad de Madrid y elaboración propia.

Finca Monesterio

Otro nombre del bien: Casas Reales de Campillo y Monesterio
Municipio: San Lorenzo de El Escorial

Código: CM/0131/027
Referencia catastral:
Referencia del catálogo urbanístico: I-86
Georeferencia: UTM-X: 411057, UTM-Y: 4499135 / Longitud: -4º03’06», Latitud: 40º38’17»

Nivel de protección: Bien de Interés Cultural – . Incoación: Resolución de 30 de octubre de 2003.. Otra figura: Yacimiento arqueológico o paleontológico documentado
Estado actual: Bien de interés cultural -BIC- (incoado); Monumento; Declaración de Bien de Interés Cultural de FINCA «MONESTERIO» – 30/10/03; ; Comunidad de Madrid; Normas Subsidiarias y catálogo; Ruina parcial; Agropecuario

Localización: Polígono 3 Parcela 3. El Porche.,
Acceso:
Superficie: 233451 m2

Cronología: 0-0
Historia del bien: LA DEHESA DE LA HERRERÍA ACTUALMENTE PROPIEDAD DE PATRIMONIO NACIONAL, SE ENCUENTRA SITUADA AL SUR Y AL ESTE DE EL ESCORIAL, EN LOS TERRENOS DE AMBOS TÉRMINOS MUNICIPALES. LIMITA AL NORTE CON LA M-536 CARRETERA DE ROBLEDO Y AL SUR CON LAS LADERAS DE LAS MACHOTAS. SE TIENE CONSTANCIA DE SU EXISTENCIA EN ESTA ZONA DESDE EL SIGLO XIII, YA EN EL LIBRO DE MONTERÍA DE ALFONSO XI SE HABLA DE LA EXISTENCIA EN ESTA ZONA DE FERRERÍAS. DESPUÉS SE USARÍA COMO TIERRA PARA EL GANADO EXPLOTADO PARA SU PROPIETARIO POR FAMILIAS QUE VIVÍAN EN CASAS PAJIZAS O HERRENES. SE CONSTRUYÓ UNA IGLESIA PARA LOS SERVICIOS RELIGIOSOS MÍNIMOS DENOMINADA NUESTRA SEÑORA DE LA HERRERÍA EN LOS SIGLOS XV Y XVI. LA DEHESA PERTENECIÓ A JUAN GÓMEZ DE SAN ROMÁN. PASARON POR AÑOS DE MAYOR O MENOS ESPLENDOR HASTA QUE FELIPE II LAS COMPRARA EN 1562 PARA LA PROPIEDAD DE LA CORONA POR 15000 DUCADOS DE ORO. DE ESTA FORMA EL MONASTERIO QUEDARÍA RODEADO DE UNA MASA VEGETAL EXTENSA PARA RESALTAR SU BELLEZA. SE DISEÑAN LOS ESPACIOS QUE SERÍAN DEDICADOS A DIFERENTES ACTIVIDADES: LAS HUERTAS, LOS PRADOS Y EL APROVECHAMIENTO DE CURSOS DE AGUA. DURANTE EL SIGLO XIX LAS DIFERENTES FUENTES NATURALES QUE EXISTÍAN EN LA HERRERÍA SE CANALIZAN, REALIZANDO EN SU ENTORNO PEQUEÑAS CONSTRUCCIONES PARA EMBELLECERSE.

Descripción general: Finca Monesterio: siglos XVI-XVII Campillo y Monesterio son testimonios de un poblamiento medieval desaparecido por los deseos de su reconversión del rey Felipe II y del gusto generalizado de los Austrias y Borbones por el contacto con la naturaleza escurialense. Son, además, piezas únicas de arquitectura que reflejan el pensamiento herreriano, de Francisco de Mora y su sobrino Juan Gómez de Mora, todas condiciones suficientes que exigirían su permanente protección y la de su entorno, indisociablemente. Los restos de la Casa de Monesterio se fechan a finales del siguiente XVI, siendo la imagen actual fruto de las actuaciones de los arquitectos Francisco de Mora y su sobrino Juan Gómez de Mora. El edifico consta de dos plantas y tres crujías paralelas a las fachadas laterales y dos galerías en las en la fachada principal y posterior. La primera planta a la que se llegaba por sendas escaleras, una en la crujía norte y la otra en el sur, contaba con dos galerías en las fachadas mas cortas. Su fábrica de sillería perfectamente labrada y encajada, y su cubierta posiblemente en su origen de pizarra, en la actualidad es de teja curva, y hoy en día en estado ruinoso. Quedan así mismo restos de la puerta de acceso perteneciente posiblemente a la casona edificada por Don Gutierre de Cárdenas, formada por un arco de medio punto con largas dovelas rematado por alfiz. La ocupación de la Casa durante la Invasión Francesa y el abandono sufrido desde 1839, han supuesto el desmoronamiento de sus pórticos. Ambas, Campillo y Monesterio, permanecieron vinculadas a los bienes de la Corona hasta la desamortización de 1868, en que habrían de pasar a manos privadas. Además de la Casa, se conservan los tres puentes que salvaban el Guadarrama, y los dos Guateles en el camino que enlazaban Campillo con Monesterio. Construidos inicialmente en madera con pilas pétreas, se sustituyeron por unos más sólidos en sillería coronados por un chapitel, un pináculo y una bola, también pétreos. Los puentes que salvaban los Guateles son en sillería, de un solo arco, con pretil, presentando un muro que sirve de apoyo al tablero, construido en sillares finamente labrados.

Descripción del bien: Finca Monesterio: siglos XVI-XVII Francisco de Mora, Juan Gómez de Mora La Finca Monesterio, al igual que Campillo tuvieron como origen común el haber pertenecido de antiguo al Real de Manzanares, segregados y adquiridos después para señorío del linaje de los Cárdenas y vendidos finalmente por su titular el Duque de Maqueda al rey Felipe II en 1595. No queriendo el Monarca otro vecindario en el Real Sitio de San Lorenzo, al que se incorporaron, que el existente en la cercana villa de El Escorial, decidió nombrar una comisión en la Junta de Reales Bosques para la adquisición de todas las casas, su desalojo y consiguiente derribo, a excepción de las dos citadas principales, y en Campillo además la iglesia de la Santísima Trinidad. Este fin no era otro que convertir los antaño lugares y sus términos en dehesas dedicadas especialmente a la caza y sus casas-fuertes a actividades lúdicas y de descanso de la familia real, cercando a aquéllas y uniendo éstas con una calle recta plantada de olmos. Su custodia fue entregada a los monjes jerónimos del Real Monasterio. El camino de unión con Campillo se acondiciona a partir de 1606, a la par que se produce el derribo definitivo, en uno y otro lugar, de las antiguas casas vecinales. Sin embargo, las actuaciones que en ella realizan los Habsburgo coinciden en el tiempo con las de la segunda, pero no en cuantía. Y es que pasaron de la rehabilitación de lo existente, es decir, del caserón levantado en 1503 por el Comendador Mayor de León don Gutierre de Cárdenas, quién atendía así a una orden de Isabel la Católica para que pudiera ser utilizado por la corte como residencia en sus periplos castellanos, a su ampliación con un nuevo palacio. Sin embargo, no se conocen bien los límites de la intervención que en esta casa realizan Francisco de Mora y su sobrino Juan Gómez en poco más de dos décadas, pues si el primero no veía necesario en 1596, el año de su adquisición, más que obras para su buen funcionamiento, como el retejado y la colocación de puertas, al siguiente se ocupaba de trazar dos escaleras de piedra para el interior, las cuales podrían coincidir con las únicas que muestran las trazas conservadas. En este caso, Mora podría haber iniciado por orden de Felipe II el nuevo palacete de Monesterio, más quizás una ampliación de la antigua casa-fuerte, según lo expresado en dicha documentación gráfica, donde los muros parecen prolongarse, mientras que a Juan Gómez de Mora se debería su finalización a partir de 1613, tras el regreso de la Corte a Madrid siete años antes. Así se desprende de una concisa orden de Felipe III, mandándole ejecutar la planta de la referida casa y aderezar la de Campillo, por lo que en el primer caso podría intuirse una actuación sobre trazas existentes, las de su tío, que el sobrino pudo perfeccionar y mejorar. Incluso este mismo parece desvincularse de la autoría de Monesterio cuando en su célebre Relación de las Casas de S.M. de 1626 señala que la hizo Felipe II, es decir, en el reinado anterior. Así también parece desprenderse de la realización por parte de Juan Gómez del desembarazo del terreno de toda antigua construcción, seguramente derribando los restos de la vieja casa de los Cárdenas, excepto su portada gótica adovelada, que se integró en la cerca, y la apertura de un explanada ante la fachada oeste, pues se corresponde con la antigua orden recibida por Mora en 1603, pidiéndole la eliminación de todas las paredes viejas que había alrededor de la edificación de Monesterio, sino fuere a la entrada principal de las misma, que mira a la fortaleza del Campillo, donde podría quedar una como ¿placeta¿. Además, se replantearía una huerta y un jardín al mediodía. A poniente situó, por tanto, la entrada pública, mediante un cuerpo constituido por cinco arcos sobre pilares cuadrados de orden toscano en el piso bajo y otros tantos balcones rasgados en correspondencia en el superior, resaltando levemente las líneas de imposta y cornisa y los encadenados de las esquinas, y rematado por un frontón recto, cuyo centro se horadaba con un óculo para ventilación. En cambio, en el frente opuesto, se exigió una puerta secundaria para que S.M. pudiera ¿salir sin que le viera la gente¿, manteniendo así su privacidad, una solución en quiebro, similar a la de otras residencias reales, que supone una pervivencia de raíz mudéjar. Aquí, para lograrlo, Mora, o Gómez de Mora, va a dar una respuesta de fuerte acento manierista, pues sin renunciar a la simetría decide crear una falsa fachada, un telón que se adosa a la fábrica exterior, al menos en el piso inferior, de modo que usando los mismos recursos compositivos oculta la salida del rey que se esconde. Es un efecto fingido, además acentuado con el claroscuro y el sutil movimiento de las masas. Las referencias formales palladianas son inmediatas, Saraceno, Zen, y Monesterio tiene, en este sentido, mucho de ejercicio compositivo de un arquitecto que ha aprendido y continua aprendiendo de los tratados de la época y de sus contactos con los artistas italianos de la Corte, pero reinterpretados con libertad. El tema de la galería porticada será recurrente en las conexiones que Juan Gómez de Mora establece entre la arquitectura y la naturaleza, una simbiosis sumamente interesante en esta casa de Monesterio, que se refleja también en su planta rectangular (120 x 60) m, organizada por tres crujías paralelas longitudinales y dos transversales extremas de menor luz, cuyo esquema repite tanto en el nivel inferior como en el superior. Para comunicarlos existían las dos referidas escaleras, en posición equidistante y diagonal, la occidental de tres tramos y la oriental de dos, quedando justo en el centro un gran salón rectangular, representativo o festivo, sin luz natural pero abierto a las distintas salas que lo rodeaban y comunicado con los pórticos por sendos zaguanes cuadrados. Maltratada la casa de Monesterio durante la Invasión Francesa, que la dejó sin puertas y ventanas, y abandonada desde 1839, estos hechos supondrían el desmoronamiento de sus pórticos, pero permanecería vinculada a los bienes de la Corona, como Campillo, hasta la desamortización de los mismos durante la Revolución de 1868, en que habrían de pasar a manos privadas.

Bienes muebles:

Justificación: GÓMEZ DE MORA, Juan (1586-1648)
Fuentes de información del bien:

Fuente general: Sistema INPHIS de la Dirección General de Patrimonio Histórico de la  Comunidad de Madrid y elaboración propia.

Camino Real: San Lorenzo, Valsaín, La Granja

Otro nombre del bien:
Municipio: El Escorial, Guadarrama, San Lorenzo de El Escorial

Código: CM/0000/103
Referencia catastral:
Referencia del catálogo urbanístico:
Georeferencia: UTM-X: 406847, UTM-Y: 4500469 / Longitud: -4º06´06´´, Latitud: 40º38´59´´

Nivel de protección: Yacimiento arqueológico o paleontológico documentado
Estado actual: Diferentes estados de conservación según los elementos.

Localización:
Acceso:
Superficie: 190070 m2

Cronología: 0-0
Historia del bien:

Descripción general: Dentro de la red de caminos históricos que aún conservan restos o elementos de interés, incluso en ocasiones parte de su trazado original, se encuentra el Antiguo Camino Real de San Lorenzo a Valsaín y la Granja por el Puerto de La Fuenfría.

Descripción del bien: – TRAMO URBANO EN SAN LORENZO DE EL ESCORIAL: FORMA PARTE DEL ANTIGUO CAMINO REAL DE SAN LORENZO A VALSAÍN Y LA GRANJA POR EL PUERTO DE LA FUENFRÍA TIENE ESPECIAL IMPORTANCIA POR HABER SIDO REALIZADO SEGÚN PROYECTO DE JUAN DE VILLANUEVA. MANTIENE MUROS DE CONTENCIÓN DE LA CARRETERA Y CUENTA CON DOS ROTONDAS EN CADA UNO DE SUS EXTREMOS; LA MÁS CERCANA AL CASCO ES DE PLANTA ELÍTICIA Y LA SITUADA AL FINAL ES DE PLANTA CIRCULAR. CONSERVAN PARTE DE LOS MURETES DE PIEDRA QUE LAS CONFIGURAN Y PILAS DE GRANITO TALLADAS; ESTAS SON DE PLANTA CUADRADA Y REMATADAS CON SOMBRERETE ACAMPANADO. ADEMÁS DE LAS ROTONDAS HAY QUE MENCIONAR EN ESTE TRAMO LOS PUENTES DE LAVADERO Y MACHUCHO. ADEMÁS, EN ESTE MUNICIPIO CABE DESTACAR EL PUENTE DE LAS CEBADILLAS, AFECTADO POR LAS OBRAS DE UNA ROTONDA, DOS ATARJEAS EN E LOS KMS. 15 Y 16 DE LA M-600 Y EL PUENTE SOBRE EL ARROYO GUATEL. – TRAMO DE GUADARRAMA: EN SU RECORRIDO POR EL MUNICIPIO DE GUADARRAMA HAY QUE DESTACAR VARIOS ELEMENTOS: PUENTE DE CARLOS III SOBRE EL ARROYO GUATEL SEGUNDO, TRASLADADO PARCIALMENTE AL REFORMAR LA CURVA DE LA CARRETERA; PUENTE A LA ENTRADA DEL CASCO DE GUADARRAMA Y PUENTE DEL ROSARIO

Bienes muebles:

Justificación:
Fuentes de información del bien:

Fuente general: Sistema INPHIS de la Dirección General de Patrimonio Histórico de la  Comunidad de Madrid y elaboración propia.

Casita del Príncipe de Asturias o Casita de Abajo, los Jardines

Otro nombre del bien: Casita del Príncipe o de Abajo de El Escorial
Municipio: El Escorial, San Lorenzo de El Escorial

Código: CM/0000/131
Referencia catastral:
Referencia del catálogo urbanístico:
Georeferencia: UTM-X: 403580, UTM-Y: 4493429 / Longitud: -4º08´21´´, Latitud: 40º35´09´´

Nivel de protección: Bien de Interés Cultural – Monumento. Declaración: Decreto de 3 de junio de 1931 declarando monumentos Históricos-Artísticos, pertenecientes al Tesoro Artístico Nacional, los que se indican. (Gaceta de Madrid de 4 de junio de 1931) «Artículo 2. Se declaran igualmente como comprendidos en esta relación los Palacios y Jardines que pertenecieron al Patrimonio de la Corona, hayan sido, o no, entregados a los Ayuntamientos respectivos». Otra figura: Yacimiento arqueológico o paleontológico documentado
Estado actual:

Localización: Avda Reyes Católicos, 1
Acceso:
Superficie: 449727 m2

Cronología: 0-0
Historia del bien:

Descripción general: Casita del Principe. Neoclasicismo. 1771-1784. siglo XVIII Juan de Villanueva La Casita del Príncipe o de Abajo y sus jardines fueron construidos para el futuro Carlos IV por el arquitecto Juan de Villanueva entre 1771 y 1784, a unos 750 m al sudeste del Monasterio en unos terrenos de fuerte pendiente. El conjunto se ordena mediante el gran eje longitudinal que, desde los pabellones de acceso, recorre el jardín delantero, la Casita y el jardín trasero, con su tratamiento aterrazado, para entroncar por el norte con el viario de acceso desde el Monasterio. El palacete se construyó en dos fases: entre 1771 y 1773. A la primera fase corresponde el cuerpo principal, de planta rectangular y con una única altura, excepto en su núcleo central, donde hay dos. Éste integra un pórtico de cuatro columnas dóricas y cornisamento, sobre el que descansan una balconada y dos pequeñas columnas dóricas, que dan forma a la elegante fachada principal, orientada al este. En la segunda etapa, Villanueva ideó un eje perpendicular, que, partiendo de la cara posterior del citado núcleo central, se prolonga hacia el oeste, configurándose una planta con forma de T invertida. La ampliación supuso integrar dos nuevas dependencias, denominadas Salón Grande y Sala Ovalada, y un pórtico con dos columnas jónicas. Los jardines, responden a la traza de Villanueva que recupera el tipo aterrazado del Renacimiento italiano, ayudado en una primera etapa por el florentino Luis Lemmi en calidad de jardinero mayor. Se distribuyen en dos zonas: la primera de ellas se extiende alrededor de la fachada principal, orientada al este, e integra una plaza circular, decorada con una fuente, de la que parten ocho calles radiales. La segunda, realizada durante la segunda fase se sitúa en la parte posterior del edificio, al oeste, y presenta un trazado hipodámico, estructurado a partir de un gran estanque.

Descripción del bien: Casita del Principe. Neoclasicismo. 1771-1784. siglo XVIII Juan de Villanueva El conjunto, en un terreno en fuerte pendiente segregado de la Dehesa de la Herrería, se compone de cuatro partes diferenciadas, cada una de ellas dispuesta en una terraza: el jardín focalizado con los pabellones de acceso desde la carretera de Madrid, el palacete y dependencias de servicio con el jardín posterior de cuadros con arbolado, otro jardín de cuadros bajo la alberca o reservado y el jardín superior ¿estos dos últimos dentro de un mismo ámbito, el nuevo jardín de poniente. La Casita de Abajo, que sustituyó a unas barracas existentes en ese punto, fue construida para el futuro Carlos IV por su arquitecto Juan de Villanueva entre 1771 y 1784, en dos fases sucesivas: la primera, entre 1771 y 1775, en la que se erigieron el cuerpo principal y las dependencias de servicio, así como la ordenación primitiva del entorno, y de 1781 a 1784, la segunda, con el salón posterior y los jardines definitivos. Su composición arquitectónica recuerda al Museo del Prado en Madrid. En el acceso principal se disponen los pabellones de entrada y unas garitas con fuentes y pórticos laterales que enmarcan el ingreso, con una puerta de rejería que permite el paso al primer jardín de trazado radial de cuadros bajos ¿con coníferas de plantación posterior- y fuente circular en el eje longitudinal, que lleva a una terraza o lonja donde se encuentran las edificaciones principales; dos puertas de hierro de doble hoja de carácter monumental permiten el acceso lateral a dicha lonja y constituía la oriental la entrada más habitual al conjunto. El cambio de nivel se salva con un muro de contención que incorpora unos magníficos canapés de granito y rampas italianas. El palacete original organiza, de forma transversal al eje de entrada, un cuerpo de configuración ternaria y simétrica: una parte central de dos alturas más dos laterales con una y ático, prolongadas mediante dos pequeños pabellones adintelados con columnas toscanas que sirven de paso a las dependencias de servicio extremas y, a su vez, conectan la lonja de acceso con el jardín posterior; estas edificaciones laterales presentan una sola planta sobre un terreno en pendiente descendente hacia las puertas del jardín. Se accede a la residencia por la parte central de más altura a través de un pórtico tetrástilo de orden toscano dispuesto sobre unas gradas; dicho pórtico sostiene una terraza con barandillas de hierro que sirve a la planta alta, rematada con una cubierta de cinc de ligero carácter rococó que enfatiza el eje principal. La puerta de entrada se acompaña de dos huecos rehundidos con un pequeño banco, mientras que en planta alta, como en la vecina Casita de Arriba, introduce el arquitecto dos columnas jónicas dispuestas in antis. En los cuerpos laterales y de forma simétrica aparecen dos huecos con guardapolvos y alféizar de granito, material utilizado en la totalidad de la fachada, y, sobre la imposta que separa el ático, se abren pequeños huecos de sencilla factura similares a los de las dependencias secundarias. La planta de la Casita, como se ha dicho, responde a una organización tripartita y tiene forma de ¿T¿ invertida: el área central, con el pórtico de acceso que contiene el vestíbulo y un paso hacia la ampliación, comunicado a su vez con la escalera de mármol que lleva a la primera planta ¿preparada en Madrid y trasladada y montada en El Escorial- y, continuando por el eje de entrada, se dispone el nuevo salón de baile y una saleta ovalada que sirve de vestíbulo al ingresar desde el pórtico posterior del jardín; a ambos lados del sector central se desarrollan los dos cuerpos laterales, de carácter privado y destinados a las habitaciones independientes del príncipe y su esposa, cada uno compuesto de dos habitaciones rectangulares y otra menor cuadrada, más una correspondiente a la escalera en el lateral norte. Desde el nivel superior, de planta simétrica, se accede a la terraza desde la sala principal. El cuadrilongo original realizado en la primera fase fue incrementado, entonces, con el cuerpo perpendicular del salón de baile formando dicha figura de ¿T¿, por lo que se trasladó el pórtico primitivo de salida al jardín trasero -que aparecía encajado en el edificio y hoy es una habitación de paso-, hasta la fachada posterior tras el vestíbulo ovalado. La planta, relacionada con la obra de Palladio, parece tener una clara conexión con la del edificio corintio que representa Robert Morris en su publicación Select Architecture. La superposición de las dependencias de servicio formando un amplio cuerpo transversal con alzado de disposición triangular proviene, asimismo, de las villas palladianas, esquema utilizado ya en el palacio de la Zarzuela. De exquisita decoración, estos interiores responden al estilo Carlos IV de fin del siglo XVIII combinado con rasgos pompeyanos; requirió un importante trabajo de canteros y marmolistas, así como pintores -los techos están ejecutados por Maella, además de Juan Duque, Jacinto Gómez y Felipe López-, mueblistas y todo tipo de artesanos, así como se introdujo una rica colección pictórica y de objetos ornamentales, muchos perdidos en la Guerra de la Independencia. Además, el famoso decorador Dugourc realizó una serie de proyectos para tres salas de la Casita del Príncipe en 1786. En la parte trasera, un cuerpo de una sola altura que contiene un amplio salón de baile más una salita y pórtico también in antis de órdenes jónicos se adosa al bloque de dos niveles y se introduce en el jardín posterior; ocho huecos laterales se abren a los cuadros de vegetación, más otros dos que acompañan la puerta con arco de medio punto que sirve de salida al exterior, ya dentro del pórtico. El resto del palacete original incluye huecos similares a los de la fachada de acceso. Los alzados en el casino se realizan de cantería granítica, de gran tamaño en los zócalos, con un cuidado trabajo en las cornisas y huecos; en los pabellones de servicio, la piedra berroqueña se utiliza para el zócalo, esquinales, cornisas, impostas y recercado de huecos, con los entrepaños enfoscados. JARDINES: El conjunto, que presenta una extraordinaria unidad, se ordena mediante el gran eje longitudinal que, desde los pabellones de acceso, recorre el jardín delantero, la Casita y el jardín trasero, con su tratamiento aterrazado, para entroncar por el norte con el viario de acceso desde el Monasterio de El Escorial. Los jardines, uno de los principales ejemplos de la recuperación en España del tipo aterrazado del Renacimiento italiano, presentan una dualidad fomentada por la disposición central de la casa, hecho inaudito en España, pues se introduce un jardín anterior en vez de la típica plaza de acceso. Ésta debió ser la disposición original: un ámbito de entrada con la casa y un pequeño jardín trasero, sin el añadido aterrazado; al ampliar el salón se ajardinaría la plaza de acceso, se añadía la parte en ladera y reordenaba el jardín posterior primitivo. Por tanto, el conjunto ajardinado se divide en dos fragmentos unidos por un único eje longitudinal: el primero en la parte anterior y de trama, focalizada y otro ortogonal en la posterior, que se prolonga estrechándose para integrarse mejor con el entorno boscoso donde se asienta. Recursos de carácter hispano ¿entradas quebradas, rupturas axiales- y rasgos de carácter paisajístico enriquecen el complejo trazado del jardín. El jardín posterior, ejecutado en la segunda fase a la misma cota que la edificación, se organiza mediante una malla ortogonal de intervalos irregulares que contrasta con la planta focalizada del jardín de acceso. Los cuadros bajos se jalonan con árboles frutales, hoy tristemente secundados por las inevitables coníferas decimonónicas; una plaza con fuente circular indica el punto medio del pórtico de salida al jardín y el siguiente elemento, la pequeña terraza con la fuente del Mascarón. De formalización regular, pero barroca, se delimita esta plataforma por dos rampas que suben hacia la parte posterior y un fuerte muro de contención que no es más que el dique de la alberca superior, aprovechado para introducir dicha fuente del Mascarón, granítica y de carácter rústico. Este sector, que sube por la pendiente hacia el Monasterio de El Escorial, presenta un ancho de un tercio respecto a los jardines inferiores, y se remata, tras la alberca, con otro jardín de cuadros bajos de dinámico trazado que forma un hemiciclo con una puerta central que dirige el recorrido, por un brazo del tridente dibujado por Villanueva, hacia la lonja del monasterio; la construcción de muros de cerramiento de escasa altura permite la máxima relación entre el jardín y la dehesa aneja. El autor fue Juan de Villanueva, arquitecto del Real Sitio y del príncipe de Asturias y los infantes, que proyectó y dirigió la obra, además de, seguramente, trazar los jardines, donde trabajó en una primera etapa el florentino Luis Lemmi en calidad de jardinero mayor. Declarado Monumento Nacional en 1931, fue restaurado en los años sesenta del siglo pasado por el arquitecto de Patrimonio Ramón Andrada, que también intervino en los jardines y pabellones de acceso. Una actuación reciente de Pedro Moleón ha permitido recuperar varios elementos del conjunto

Bienes muebles:

Justificación:
Fuentes de información del bien:

Fuente general: Sistema INPHIS de la Dirección General de Patrimonio Histórico de la  Comunidad de Madrid y elaboración propia.

Determinadas zonas del Real Sitio de San Lorenzo de El Escorial

Otro nombre del bien: Conjunto Histórico de San Lorenzo de El Escorial.
Municipio: El Escorial, San Lorenzo de El Escorial

Código: CM/0000/132
Referencia catastral:
Referencia del catálogo urbanístico:
Georeferencia: UTM-X: 403028, UTM-Y: 4493702 / Longitud: -4º08´45´´, Latitud: 40º35´18´´

Nivel de protección: Bien de Interés Cultural – Conjunto Histórico. Declaración: Decreto 1857/1971, de 8 de julio, por el que se declara conjunto histórico-artístico determinadas zonas del Real Sitio de san Lorenzo de El Escorial (B.O.E de 28 de julio de 1971). Otra figura: Yacimiento arqueológico o paleontológico documentado
Estado actual:

Localización:
Acceso:
Superficie: 1042626 m2

Cronología: 0-0
Historia del bien:

Descripción general: Conjunto Histórico: siglos XVI, XVIII, XIX La presencia del Monasterio actúa como baricentro del conjunto histórico conformado por él mismo, los jardines, las huertas y las dependencias concebidas en el siglo XVI, cuya ampliación no se llevaría a cabo hasta el siglo XVIII, continuando la ortogonalidad del Monasterio, adaptándose a los desniveles del terreno y configurando una cuadrícula articulada por dos calles, Floridablanca y del Rey, y por tres plazas. A ellos se incorporan los nuevos ensanches del XIX ligados fundamentalmente a las casas de recreo.

Descripción del bien: Conjunto Histórico: siglos XVI, XVIII, XIX La fundación del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial por Felipe II para ser un lugar de reposo y oración, vino acompañada de la construcción de un gran complejo de edificaciones e infraestructuras que resolviesen las necesidades del Real Sitio. Esta circunstancia contribuyó a que se estableciese gente cuya finalidad era dar servicio al Monasterio en las inmediaciones. En principio eran construcciones temporales, como hornos, fraguas, etc. Las primeras construcciones de importancia se dispondrán por Juan de Herrera formalizando una incipiente organización urbana: La casa de los Doctores y las dos primeras Casas de Oficios. El edificio de la Compaña terminado por Francisco de Mora en 1597 supondrá el inicio de la urbanización enla zona oeste, quien también proyectará el paseo de los Alamos, de unión entre la la villa de El escorial y el Real Monasterio. Sin embargo, no será hasta la llegada de Carlos III cuando se intervenga en el Real Sitio desde la perspectiva del urbanismo. Este fue uno de los Reales Sitios de su preferencia, dado su carácter austero y su afición a la caza. El criterio de la actuación fue el de dotar, al núcleo de palacio y monasterio, de un entramado urbano que permitiera la construcción de edificios de vivienda para alojar a la Corte. Para ello acudió al arquitecto Juan Esteban, quien partiendo del esquema ortogonal del Monasterio que ya hubiera creado Juan de Herrera en las Casas de Oficios, creó un ingenioso entramado de plazas y calles que jugaban con el desnivel del terreno y se adaptaba a los edificios de mayor entidad construidos hasta entonces. Esta cuadrícula se articula por dos calles, Floridablanca y del Rey, y por tres plazas; Mayor, de la Verdura y la antigua de la Parada. A Juan Esteban se deben los edificios de la Real Ballestería, las cocheras de su majestad, el conjunto de Cocheras y Caballerizas y alojamiento de criados del Secretario de Estado en la calle Juan de Toledo, las casas del Cardenal Patriarca, etc.. Otros arquitectos también tendrán su oportunidad en San Lorenzo, como Jaime Marquet que construirá la Casa de Postas y el Real Coliseo. Sin embargo será Juan de Villanueva el arquitecto que proporcione su decisiva configuración a la nueva población. La primera edificación se construirá en 1769, la Casa de la familia del infante Don Gabriel, Don Antonio Pascual y Don Francisco Javier, cerrando el frente de la Lonja Oeste. Poco despúes construirá la Casita de Abajo pra el prícipe Don Carlos y la Casita de Arriba para el Infante Don Gabriel. Villanueva completa la lonja con la Terceras Casa de Oficios, tomando el modelo herreriano para la arquitectura doméstica y monumental, de manera que el resultado ha sido totalmente armónico con el conjunto del Monasterio. En 1775 ya se ha consolidado la parte oriental del casco. Villanueva internviene también en casas particulares como en la Casa del Cónsul de Francia,, la Casa del marqués de Campo Villar o la Casa del duque de Medinaceli. En 1781 Villnaueva es nombrado Arquitecto del Palacio y Común del Real Sitio de San Lorenzo y remodela el área de palacio y la fachada norte para adecuarla a las necesidades de la nueva corte.eros En 1792 se produce la segregación de San Lorenzo de la Villa de El Escorial, y por lo tanto la formación de dos poblaciones distintas. A mediados del siglo XIX se producen algunas iniciativas en el casco: la apertura de los corrales de la calle de los Doctores entre ésta y la casa de las Columnas y fuera de él, el inicio del parque de los Terreros y el inicipiente ensanche en cuadrícula en el camino de Guadarrama que luego será el barrio de Terreros. Con la llegada del ferrocarril a la villa de El Escorial a finales del siglo XIX, se experimenta un aumento de población y el casco histórico de San Lorenzo se transforma a partir de los edificios existentes, se eleva el número de plantas y se incorporan balcones y miradores. Continúa su expansión en la zona de Terreros y se crea un barrio de «casas de recreo» en el antiguo ejido, entre la carretera y el paseo de la estación de El Escorial.

Bienes muebles:

Justificación:
Fuentes de información del bien:

Fuente general: Sistema INPHIS de la Dirección General de Patrimonio Histórico de la  Comunidad de Madrid y elaboración propia.

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