Pero a la que más cariño he tenido y no por sus grandes dotes cinematográficos, porque era bastante mala, ha sido a “Los últimos días de Pompeya” rodada en 1.960 en la Plaza de Toros de San Lorenzo, convertida en un circo romano gracias al cartón piedra, la pintura y los muchos extras o figurantes de El Escorial que en ella participamos. Recuerdo que bajamos varios amigos a “actuar” como extras. Duramos sólo unas horas del primer día porque entre el calor de agosto y el royo del rodaje, decidimos escaparnos por los sótanos de la Plaza de Toros y luego volvíamos a la hora de cobrar, entrando por el mismo sitio. Si no recuerdo mal nos pagaban 500 pesetas en un billete, que era una pasta y lo repetimos dos o tres días. Al cabo del tiempo vi la película y recordé aquellas trastadas y a algunos vecinos que olvidaron quitarse el reloj y la boina. Me figuro que no aparecieron en la película.
Recomiendo leer el libro de Emilio Ruiz del Río «Rodando por el mundo, mis recuerdos y trucajes cinematográficos» en donde habla de todas estas películas en las que realizó maquetas y efectos especiales explicando cómo lo hizo. Hablando de las más de 500 películas en las que trabajó como Dune y Conan y que se puede adquirir solicitándolo en el facebook de Emilio Ruiz
Gracias por tu comentario Rosa!
Yo también participé en tu experiencia, me ha gustado tus comentarios, un saludo.