Casa Primera de Oficios (Dependencias Monasterio)

Otro nombre del bien:
Municipio: San Lorenzo de El Escorial

Código: CM/0131/048
Referencia catastral:
Referencia del catálogo urbanístico:
Georeferencia: UTM-X: 402937, UTM-Y: 4493935 / Longitud: -4º08’49», Latitud: 40º35’25»

Nivel de protección: Bien de Interés Cultural – Monumento. Declaración: Decreto de 3 de junio de 1931 declarando monumentos Históricos-Artísticos, pertenecientes al Tesoro Artístico Nacional, los que se indican. (Gaceta de Madrid de 4 de junio de 1931) «Artículo 2. Se declaran igualmente como comprendidos en esta relación los Palacios y Jardines que pertenecieron al Patrimonio de la Corona, hayan sido, o no, entregados a los Ayuntamientos respectivos». Otra figura: Yacimiento arqueológico o paleontológico documentado
Estado actual:

Localización: Calle Floridablanca, 3
Acceso:
Superficie: 3017 m2

Cronología: 0-0
Historia del bien: «CON MENOS RESTOS AÚN DEL ORIGINAL DEBE CONTAR ESTE EDIFICIO, QUE EN EL SIGLO XVIII, ERA DENOMINADO ASÍ Y FORMABA JUNTO CON LA CASA DE LA CALLE DE FLORIDABLANCA N°4 EL GRUPO DE PROMOCIONES PRIVADAS DEL ARQUITECTO JUAN ESTEBAN EN SAN LORENZO. EL CUAL HABÍA APROVECHADO EL NUEVO REGLAMENTO PARA LA CONSTRUCCIÓN DE CASAS Y SU PROPIA PLANIFICACIÓN. DE LA ÚLTIMA CASA AÚN QUEDAN HUELLAS VISIBLES EN SUS MUROS Y EN LA COMPOSICIÓN DE LOS HUECOS, MIENTRAS QUE EN LA OBJETO DE ESTE ESTUDIO SON MUY DIFÍCILES DE RECONOCER. EL USO DE AMBAS RESPONDÍA A LA OBTENCIÓN DE INGRESOS PROCEDENTES DEL ARRENDAMIENTO A LAS REALES SERVIDUMBRES DURANTE LAS ESTANCIAS OTOÑALES DEL MONARCA EN LA LOCALIDAD. SIENDO LA DE PATRIARCA ACCESORIA DE LA DE FLORIDABLANCA. MÁS GRANDE Y PRINCIPAL. LOS DOS HABÍAN SIDO CONSTRUIDAS INCUMPLIENDO LOS TRÁMITES ADMINISTRATIVOS OBLIGADOS PARA LA FÁBRICA DE CASAS. EN CUANTO A SOLICITUD DE LICENCIA AL MONASTERIO Y AL REY, CONTANDO SÓLO CON EL PERMISO VERBAL DEL PRIMER SECRETARIO DE ESTADO, MARQUÉS DE GRIMALDI. ESTE HECHO IMPOSIBILITA SU DATA, POR LO CUAL SÓLO PODEMOS APROXIMARLA ENTRE LA FUNDACIÓN DEL SITIO EN 1767 Y EL CESE DE GRIMALDI EN 1776. LA DE FLORIDABLANCA N°4 LA HABITABA, DESDE SU ORIGEN, EL EMINENTÍSIMO SEÑOR CARDENAL PATRIARCA DE LAS INDIAS, D. VENTURA DE CÓRDOBA Y LA CERDA, HASTA QUE FALLECIÓ Y POR ESO LA CALLE A LA QUE ASOMABA SU FACHADA LATERAL O PONIENTE TOMÓ SU DENOMINACIÓN, LA CUAL SE MANTIENE EN LA ACTUALIDAD. EL EDIFICIO QUE SE TRATA LINDABA CON LAS COCHERAS DEL REY Y SE HALLABA, COMO ÉSTA, EN LA MANZANA 10 DEL PLAN DE 1767. DANDO SU FRENTE PRINCIPAL A LA CALLE DEL PATRIARCA Y EL SECUNDARIO, CONTRADICTORIAMENTE, A LA MÁS ANCHA DEL REY. SE COMPONÍA DE PLANTA BAJA Y PRINCIPAL, CON VARIAS HABITACIONES, Y UNA CUADRA EN SU INTERIOR DE SESENTA Y TRES PLAZAS, SIRVIENDO EN SU TOTALIDAD COMO ENFERMERIA Y PELUQUERÍA DE LAS REALES CABALLERIZAS Y REGALADA Y COMO ALOJAMIENTO DEL COCHE Y GANADO DEL SECRETARIO DE GRACIA Y JUSTICIA. LA MUERTE DE JUAN ESTEBAN EN ABRIL DE 1781 DEJA AMBAS PROPIEDADES EN SITUACIÓN ILEGAL. QUE COMPLICA LA PARTICIÓN DE SUS BIENES ENTRE SUS HEREDEROS: SU VIUDA O¿ MARÍA SOLERA, SUS HIJAS CASADAS Dª GERTRUDIS Y Dª MARÍA JOSEFA, CON D. MIGUEL SANTOS DE ORRUMA, D. ANDRÉS DE MENDÍBIL RESPECTIVAMENTE, Y SUS HIJOS MENORES REPRESENTADOS POR EL PROCURADOR D. JUAN ANTONIO ESCRIBANO, SU CURADOR AD LITEM. EL 20 DE MAYO ESCRIBE FLORIDABLANCA AL PADRE PRIOR FRAY JULIÁN DE VILLEGAS DESDE ARANJUEZ. EXPRESÁNDOLE QUE ES VOLUNTAD DEL REY QUE SE HAGA EN LOS LIBROS DEL MONASTERIO LA CORRESPONDIENTE ANOTACIÓN Y QUE SUS HEREDEROS PERMANEZCAN EN LA PACÍFICA POSESIÓN DE LAS CASAS MENCIONADAS. OCHO DÍAS DESPUÉS EL PRIOR CONCEDE LA LICENCIA A Dª MARÍA SOLERA, SEGÚN LO ORDENADO POR EL REY, Y EL 22 DE JUNIO EL NUEVO ARQUITECTO DEL REAL SITIO, D. JUAN DE VILLANUEVA, CERTIFICA LAS DOS FINCAS, EMITIENDO UNA MINUCIOSA DESCRIPCIÓN DE SUS DIMENSIONES Y LINDEROS. DE LA QUE NOS OCUPA DIRÁ, QUE TIENE CIENTO DIECISIETE PIES Y TRES CUARTOS DE FACHADA PRINCIPAL Y FORMA PATINEJOS O CALLEJONES CON LAS COCHERAS DE S.M., «PARA QUE VIERTAN LOS ALEROS Y FLUYAN LAS AGUAS», Y ADEMÁS CALCULA SU ÁREA EN MIL ONCE VARAS Y DOS TERCIAS SUPERFICIALES, ES DECIR, UNOS 706,85 M2. EL 13 DE SEPTIEMBRE DE 1781, AL APODERADO DE LA FAMILIA REGISTRA NOTARIALMENTE EL CENSO ANUAL A PAGAR AL MONASTERIO POR SUS DOS CASAS QUE CONSISTE EN 1695 MARAVEDIES, QUEDANDO LEGALIZADA DE FORMA DEFINITIVA LA PROPIEDAD. EN EL CATASTRO DE 1789-1790 A LA HEREDAD DE D. JUAN DE ESTEBAN SE LE DA EL NÚMERO 4 DE LA CALLE DEL PATRIARCA Y EN LA «LISTA DE LAS CASAS DEL REAL SITIO» DE 1794 SE LE ASIGNA LA MANZANA LXI Y UNA SUPERFICIE DE SOLAR DE 7.436 PIES2 Ó 577,31 M2, CANTIDAD BASTANTE INFERIOR A LA CALCULADA T RECE AÑOS ANTES POR EL MISMO VILLANUEVA. LAS CASAS DE SAN LORENZO CORRESPONDERÁN EN HERENCIA, TRAS LA MUERTE DE Dª MARÍA SOLERA, A SUS DOS HIJOS D. JUAN Y D. DOMINGO ESTEBAN, QUIENES PRETENDERÁN DESDE ESE MOMENTO DESHACERSE DE LA PROPIEDAD. EL PRIMER INTENTO DE VENTA LO REALIZAN EN 1800, SOLICITANDO EL PERMISO AL REY EL 1 DE AGOSTO, EL CUAL LES ES CONCEDIDO SIETE DÍAS DESPUÉS, AUNQUE NO LA LOGRARÍAN TRASPASAR. MIENTRAS SE MANTIENEN LAS JORNADAS DEL REY, LA FAMILIA SIGUE OBTENIENDO RENDIMIENTOS POR EL ALQUILER DE SUS DEPENDENCIAS LO QUE DEBIÓ MOTIVAR EL APLAZAMIENTO DE ESTA DECISIÓN. SIN EMBARGO, LA GUERRA DE LA INDEPENDENCIA Y EL DISTANCIAMIENTO DE LAS ESTANCIAS DE FERNANDO VII EN EL ESCORIAL PROVOCAN LA RUINA DE LAS CASAS, DADA SU IMPRODUCTIVIDAD. EL 6 DE JUNIO DE 1809 D. DOMINGO ESTEBAN DE SOLERA SE LAS OFRECE DIRECTAMENTE AL MONARCA, ADUCIENDO LA FALTA DE RECURSOS PARA SU RECUPERACIÓN Y EL HABER SERVIDO SIEMPRE PARA ALOJAMIENTO REAL. NO PARECIÉNDOLE A LA CORONA MOTIVO SUFICIENTE. ÉSTA OPTA POR DENEGAR LA OFERTA. FALLECIDOS D. JUAN ESTEBAN SOLERA EN 1812 Y SU HERMANO DOMINGO DOS AÑOS DESPUÉS, LAS CASAS RECAEN EN LA VIUDA DE ESTE ÚLTIMO Dª MARÍA ANTONIA DE SAN MIGUEL, QUIEN EN 1824 VUELVE A ACUDIR AL REY, ESTA VEZ PARA PEDIR EL DERRIBO DE LA LINDANTE CON LA NUEVA REAL CABALLERIZA DE S.M., PUES EL ESTADO RUINOSO DE AQUELLA LA PODRÍA AFECTAR. ES PROBABLE QUE LA HACIENDA REAL DECIDIERA ENTONCES LA COMPRA DE ESTA CASA COMO UN MAL MENOR Y ADEMÁS SU RESTAURACIÓN, PUES EN 1835 FORMA PARTE DEL PATRIMONIO DE S.M. EN EL SITIO REAL, CON LA DENOMINACIÓN DE CUADRA DE LOS REGALEROS, AHORA CON FACHADA A LA CALLE REAL O DEL REY. ASÍ SE DEDUCE DEL «RECONOCIMIENTO DE CASAS DE S.M» POR JULIÁN HERNÁNDEZ, SOBRESTANTE DEL REAL MONASTERIO, TRAS EL HURACÁN DEL 10 DE FEBRERO QUE DESTROZA EN PARTE SU TEJADO, COMO EL DE LOS OTROS EDIFICIOS DEL REY. EN 1863 LA RELACIÓN DE FINCAS PERTENECIENTES A LA CORONA INCLUYE LA CASA DEL REGALERO ENTRE LAS DESTINADAS A LA SERVIDUMBRE DE S.M., PERO POCOS AÑOS DESPUÉS, TRAS LA REVOLUCIÓN DE 1868, DEBIÓ SER VENDIDA A ALGÚN PARTICULAR QUE LA CONVIRTIÓ EN EDIFICIO DE VIVIENDAS CON CAFÉ Y BAILE PÚBLICO EN SU NIVEL INFERIOR. A FINALES DEL SIGLO PASADO ERA UTILIZADA COMO CASA DE TEMPORADA Y CONTABA CON DOS PLANTAS MÁS UNA EN EL TORREÓN LATERAL, MEDIANERO CON LAS CABALLERIZAS. DE ESTA ÉPOCA ES EL MIRADOR DE SU PISO NOBLE, HACIA LA CALLE DEL REY, BAJO EL CUAL SE ABRÍA UN GRAN PORTALÓN PARA COCHES Y CARRUAJES. EN 1896 LO ALQUILARÁ LA MADRE CARMEN SALLÉS, FUNDADORA DE LA CONGREGACIÓN DE RELIGIOSAS CONCEPCIONISTAS, PARA INSTALAR PROVISIONALMENTE EL COLEGIO DE ENSEÑANZA DE SEÑORITAS, ABANDONÁNDOLO UN AÑO MÁS TARDE. A PARTIR DE ESE MOMENTO Y HASTA LA GUERRA CIVIL VOLVERÁ A RECUPERAR SU FUNCIÓN RESIDENCIAL COMO PEQUEÑO PALACETE UNIFAMILIAR, AUNQUE SE REMODELARA SU FACHADA DÁNDOLE, SEGÚN PEDRO MARTÍN GÓMEZ, UN TRATAMIENTO EN ESTILO NEORRENACIMIENTO ESPAÑOL CON FALSOS RECERCADOS Y ENCADENADOS DE LAS ESQUINAS IMITANDO GRANITO, REJAS CON CABEZAS DE GUERREROS, ENCHINADO A LA TIROLESA MUY TOSCA, ETC. EN LOS AÑOS CINCUENTA SE REDISTRIBUYE SU INTERIOR Y SE LE ELEVA UN NIVEL HASTA LA ALTURA DE LA CORNISA DEL TORREÓN PARA CONVERTIRSE EN CASA DE VECINDAD, CON UNA VIVIENDA POR PLANTA. ASÍ SE CONSERVARÁ EL EDIFICIO HASTA SU TOTAL ABANDONO Y FINALMENTE ANEXIÓN A LA FINCA PRIMERAMENTE DESCRITA. DESDE AL MENOS FINALES DE LOS AÑOS SETENTA LAS DOS EDIFICACIONES, QUE HOY SE DENOMINAN COCHERAS REALES. SE ENCUENTRAN UNIFICADAS POR UN JARDÍN COMÚN Y CENTRAL, CON ÁRBOLES DE GRAN PORTE DE MÁS DE CIEN AÑOS. EN 1987 LA SOCIEDAD DE FOMENTO Y RECONSTRUCCIÓN DEL REAL COLISEO CARLOS III ADQUIERE LA FINCA OCUPADA POR LAS COCHERAS DEL REY Y LA CASA Y CUADRAS DE D. JUAN ESTEBAN Y EMPRENDE SU REHABILITACIÓN CONVIRTIÉNDOLO EN CONJUNTO DE SERVICIOS Y PUNTO DE ENCUENTRO DE LA LOCALIDAD. LA CASA DE ESTEBAN ACOGE DESDE AQUEL MOMENTO UN RESTAURANTE Y UNA LIBRERÍA EN SU PLANTA INFERIOR, MIENTRAS QUE LOS RESTOS DE LAS COCHERAS DEL REY ALBERGAN UNA SALA DE EXPOSICIÓN. EN LA RECONSTRUCCIÓN SE MANTENDRÁ EL RITMO DE LOS HUECOS Y MACIZOS, TANTO AL EXTERIOR COMO AL INTERIOR, ALGUNOS ELEMENTOS DECORATIVOS Y LOS COLORES PRIMITIVOS HALLADOS EN SUS FACHADAS. EL CONJUNTO SE AMPLIÓ CON UN NIVEL EN EL EDIFICIO DE LA CALLE JUAN DE LEYVA Y SE INTRODUJO, COMO FONDO DEL PATIO-JARDÍN, UN PORCHE DE AIRE ISABELINO» PARA UNIFICAR LAS DOS EDIFICACIONES. DEL ESTUDIO DE LA DOCUMENTACIÓN GRÁFICA EXISTENTE, SE DEDUCE QUE EL EDIFICIO DE LA MANZANA DE LAS COCHERAS REALES CON MAYOR INTERÉS ARQUITECTÓNICO FUE EL QUE OCUPABA EL SOLAR DEL ACTUAL COLEGIO PÚBLICO SAN LORENZO. ABIERTO HACIA EL SUR, FORMABA UN GRAN PATIO EN «U¿¿.CON EL CUERPO DE MAYOR ALTURA SITUADO AL FONDO Y DOS ALAS LATERALES DE UNA SOLA PLANTA Y PORTICADAS, UNA DE ELLAS DIÁFANA Y LA OTRA CERRADA CON MUROS DE MAMPOSTERÍA. EL ACCESO AL RECINTO SE EFECTUABA POR LA ACTUAL CALLE DEL REY, A TRAVÉS DE UN GRAN PORTALÓN RECERCADO DE PIEDRA CON DINTEL ADOVELADO.» TOMADO DE «ARQUITECTURA Y DESARROLLO (1998)», PÁGINA 470-474.

Descripción general: 1ª Casa 1587-1589. Juan de Herrera. siglo XVI 2ª Casa 1593-1597. Juan de Herrera y Francisco de Mora. Las dos primeras casas de Oficios, situadas en la fachada nororiental del Monasterio, fueron construidas en el siglo XVI con el fin de albergar en ellas a los ministros y oficiales de la alta nobleza y a sus criados de cámara. Aunque la apariencia externa nos indica la existencia de dos volúmenes casi independientes, lo cierto es que son una misma edificación. En definitiva se trata de un mismo origen proyectual y compositivo y de funciones similares, construidos entre 1587 y 1589 por Juan de Herrera para dar servicio al Monasterio. La segunda Casa sería acabada por su discípulo, Francisco de Mora. Ambas tienen una concepción unitaria, con los cuerpos dispuestos en paralelo a la lonja en un frente compacto y unitario en consonancia con la fachada norte del Monasterio y con forma de peine, para resolver el gran desnivel por la calle de Floridablanca.

Descripción del bien: Casa Residencial 1587-1589. siglo XVI 1ª Casa 1587-1589. Juan de Herrera 2ª Casa 1593-1597. Juan de Herrera y Francisco de Mora Proyectadas y construidas por Juan de Herrera, entre 1587 y 1589 la primera, ¿Casa de Oficios de boca del servicio real y para aposentos de oficiales de boca¿, y entre 1593 y 1596, la segunda, ¿Casa de los oficios nuevos para el servicio de Casa Real¿, que tendría que acabar su discípulo Francisco de Mora. Ambas son prácticamente idénticas y se forman por una ordenación en peine donde los cuerpos mayores se sitúan hacia la Lonja y paralelos al Monasterio-Palacio. A estos se unen otros cuatro cuerpos menores ( por cada casa ) perpendiculares y que forman patios de acceso desde la calle Floridablanca. El gran desnivel del terreno entre la lonja y esta calle obliga a disponer tres plantas hacia la Lonja en un frente compacto y unitario en consonancia con la fachada norte del Monasterio y donde su planta baja se forma por salas abovedadas de considerable altura, con su entrada centrada entre dos escaleras, disponiéndose otras dos en cada extremo. Hacia la calle se plantean dos plantas en cuatro pabellones transversales por cada casa, que se unen en planta baja al longitudinal mediante una galería de arcos de medio punto, y que dejan entre ellos unos patios rectangulares. En el ala mas occidental Francisco de Mora construirá una capilla que sustituirá a otra existente en el mismo lugar. Las dos Casas de Oficios se hallan situadas entre la lonja norte y la antaño calle de los Doctores, hoy de Floridablanca. Actualmente albergan a dos instituciones culturales: el Conservatorio de Música y la Casa de la Cultura.

Bienes muebles:

Justificación:
Fuentes de información del bien:

Fuente general: Sistema INPHIS de la Dirección General de Patrimonio Histórico de la  Comunidad de Madrid y elaboración propia.

Casa Segunda de Oficios (Dependencia del Monasterio)

Otro nombre del bien:
Municipio: San Lorenzo de El Escorial

Código: CM/0131/049
Referencia catastral: 2942506VK0924S0001KU
Referencia del catálogo urbanístico:
Georeferencia: UTM-X: 402855, UTM-Y: 4493954 / Longitud: -4º08’52», Latitud: 40º35’26»

Nivel de protección: Bien de Interés Cultural – Monumento. Declaración: Decreto de 3 de junio de 1931 declarando monumentos Históricos-Artísticos, pertenecientes al Tesoro Artístico Nacional, los que se indican. (Gaceta de Madrid de 4 de junio de 1931) «Artículo 2. Se declaran igualmente como comprendidos en esta relación los Palacios y Jardines que pertenecieron al Patrimonio de la Corona, hayan sido, o no, entregados a los Ayuntamientos respectivos». Otra figura: Yacimiento arqueológico o paleontológico documentado
Estado actual:

Localización: Calle Floridablanca, 5
Acceso:
Superficie: 3008 m2

Cronología: 0-0
Historia del bien:

Descripción general: 1ª Casa 1587-1589. Juan de Herrera. siglo XVI 2ª Casa 1593-1597. Juan de Herrera y Francisco de Mora. Las dos primeras casas de Oficios, situadas en la fachada nororiental del Monasterio, fueron construidas en el siglo XVI con el fin de albergar en ellas a los ministros y oficiales de la alta nobleza y a sus criados de cámara. Aunque la apariencia externa nos indica la existencia de dos volúmenes casi independientes, lo cierto es que son una misma edificación. En definitiva se trata de un mismo origen proyectual y compositivo y de funciones similares, construidos entre 1587 y 1589 por Juan de Herrera para dar servicio al Monasterio. La segunda Casa sería acabada por su discípulo, Francisco de Mora. Ambas tienen una concepción unitaria, con los cuerpos dispuestos en paralelo a la lonja en un frente compacto y unitario en consonancia con la fachada norte del Monasterio y con forma de peine, para resolver el gran desnivel por la calle de Floridablanca.

Descripción del bien: Casa Residencial 1587-1589. siglo XVI 1ª Casa 1587-1589. Juan de Herrera 2ª Casa 1593-1597. Juan de Herrera y Francisco de Mora Proyectadas y construidas por Juan de Herrera, entre 1587 y 1589 la primera, ¿Casa de Oficios de boca del servicio real y para aposentos de oficiales de boca¿, y entre 1593 y 1596, la segunda, ¿Casa de los oficios nuevos para el servicio de Casa Real¿, que tendría que acabar su discípulo Francisco de Mora. Ambas son prácticamente idénticas y se forman por una ordenación en peine donde los cuerpos mayores se sitúan hacia la Lonja y paralelos al Monasterio-Palacio. A estos se unen otros cuatro cuerpos menores ( por cada casa ) perpendiculares y que forman patios de acceso desde la calle Floridablanca. El gran desnivel del terreno entre la lonja y esta calle obliga a disponer tres plantas hacia la Lonja en un frente compacto y unitario en consonancia con la fachada norte del Monasterio y donde su planta baja se forma por salas abovedadas de considerable altura, con su entrada centrada entre dos escaleras, disponiéndose otras dos en cada extremo. Hacia la calle se plantean dos plantas en cuatro pabellones transversales por cada casa, que se unen en planta baja al longitudinal mediante una galería de arcos de medio punto, y que dejan entre ellos unos patios rectangulares. En el ala mas occidental Francisco de Mora construirá una capilla que sustituirá a otra existente en el mismo lugar. Las dos Casas de Oficios se hallan situadas entre la lonja norte y la antaño calle de los Doctores, hoy de Floridablanca. Actualmente albergan a dos instituciones culturales: el Conservatorio de Música y la Casa de la Cultura.

Bienes muebles:

Justificación:
Fuentes de información del bien:

Fuente general: Sistema INPHIS de la Dirección General de Patrimonio Histórico de la  Comunidad de Madrid y elaboración propia.

Casa Tercera de Oficios (Dependencias del Monasterio)

Otro nombre del bien: Casa de Ministerios
Municipio: San Lorenzo de El Escorial

Código: CM/0131/050
Referencia catastral:
Referencia del catálogo urbanístico: E-54
Georeferencia: UTM-X: 402779, UTM-Y: 4493972 / Longitud: -4º08’56», Latitud: 40º35’27»

Nivel de protección: Bien de Interés Cultural – Monumento. Declaración: Decreto de 3 de junio de 1931 declarando monumentos Históricos-Artísticos, pertenecientes al Tesoro Artístico Nacional, los que se indican. (Gaceta de Madrid de 4 de junio de 1931) «Artículo 2. Se declaran igualmente como comprendidos en esta relación los Palacios y Jardines que pertenecieron al Patrimonio de la Corona, hayan sido, o no, entregados a los Ayuntamientos respectivos». Otra figura: Yacimiento arqueológico o paleontológico documentado
Estado actual:

Localización: Calle Floridablanca, 7
Acceso:
Superficie: 2523 m2

Cronología: 0-0
Historia del bien:

Descripción general: Casa Tercera. 1785-1797; siglo XVIII Juan de Villanueva Situada en la Lonja, a continuación de la segunda Casa de Oficios para albergar la residencia del Primer Secretario del Ministerio de Estado de Carlos III, la tercera Casa de Oficios es construida dos siglos después de las otras dos. Villanueva es el encargado del proyecto, cuya construcción llevada a cabo entre 1785 y 1797, sigue el mismo esquema compositivo de fachada que las anteriores.

Descripción del bien: Casa Tercera. 1785-1797; siglo XVIII Juan de Villanueva La Tercera Casa de Oficios, o Casa del Primer Secretario de Estado (Lonja norte y calle Floridablanca) , fue construida por Juan de Villanueva, entre 1785 y 1797, para el Conde de Floridablanca, en ese momento Primer Secretario del Ministerio de Estado. Se sitúa en la Lonja a continuación de la segunda Casa de Oficios hasta el rincón de la de las Pizarras. El solar elegido no estaba vacío, los primeros Borbones habían permitido que surgieran allí un buen número de casas y cocinas para señores de la servidumbre de palacio que, por su ¿aspecto impropio¿, hubo que demoler. El edificio se estructura mediante tres patios siendo en central el mas estrecho y compuesto por huecos adintelados en los pisos inferiores y por galerías de arcos y bóvedas en la principal. A este patio de distribución de las circulaciones generales del edificio abre la escalera imperial. Villanueva seguirá el esquema adoptado por Herrera en las precedentes, tres pisos a la Lonja, el bajo mas alto, y dos a la calle posterior para así salvar el fuerte desnivel existente entre la calle superior, hoy Floridablanca y la Lonja. Igual que en su diseño de la Casa de Infantes y en el de las Casas de Oficios de Herrera, Juan de Villanueva propone un edificio exento, separado de los laterales por sendas calles. La fachada a la Lonja, es voluntariamente mimética con las de Herrera, con un tratamiento idéntico en los huecos, cornisas y cubiertas de pizarra abuhardilladas. Iguññamente ocurre con la fachada a la calle Floridablanca, llega a ser una imitación de las Casas de Oficios herrerianas, asumiendo su ritmo y composición. En su primera crujía se alza con un piso mas para así corregir el efecto de la pendiente de la calle y poder presentar dos plantas adaptándose a la escala de la misma. La terminación del edificio no se alcanzara hasta 1797 cuando se construye el paso elevado que la comunica con la Segunda, en el que Villanueva seguiría el modelo del realizado en 1770 para unir éste con la Primera. Durante un tiempo acogió la administración y oficinas del Patrimonio Nacional en San Lorenzo de El Escorial. En la actualidad se compone de viviendas en alquiler a particulares por Patrimonio Nacional.

Bienes muebles:

Justificación:
Fuentes de información del bien:

Fuente general: Sistema INPHIS de la Dirección General de Patrimonio Histórico de la  Comunidad de Madrid y elaboración propia.

Casa de Infantes, de la Reina

Otro nombre del bien: CASA DE LA REINA (DEPENDENCIAS DEL MONASTERIO)
Municipio: San Lorenzo de El Escorial

Código: CM/0131/052
Referencia catastral:
Referencia del catálogo urbanístico: I-56
Georeferencia: UTM-X: 402699, UTM-Y: 4493886 / Longitud: -4º08’59», Latitud: 40º35’24»

Nivel de protección: Bien de Interés Cultural – Monumento. Declaración: Decreto de 3 de junio de 1931 declarando monumentos Históricos-Artísticos, pertenecientes al Tesoro Artístico Nacional, los que se indican. (Gaceta de Madrid de 4 de junio de 1931) «Artículo 2. Se declaran igualmente como comprendidos en esta relación los Palacios y Jardines que pertenecieron al Patrimonio de la Corona, hayan sido, o no, entregados a los Ayuntamientos respectivos». Otra figura: Yacimiento arqueológico o paleontológico documentado
Estado actual:

Localización: Avenida de Juan de Borbón y Battenberg, 14
Acceso:
Superficie: 5267 m2

Cronología: 0-0
Historia del bien:

Descripción general: Residencia Infantes 1769-1786; siglo XVIII Juan de Villanueva La casa de los Infantes es sin duda la primera obra maestra de Juan de Villanueva, construida entre 1769 y 1786 para dar alojamiento a las familias de los infantes, hijos de Carlos III. Situada frente a la fachada principal del Monasterio, se plantea como un largo edificio rectangular organizado entorno a cinco patios. En el interior destacan las escaleras y los corredores así como la variedad tipológicas de las viviendas donde se producen muchas opciones incluso en doble altura.

Descripción del bien: Residencia Infantes 1769-1786; siglo XVIII Juan de Villanueva La casa de Infantes (lonja de poniente ), o con su nombre completo, la Casa de Familias de los Infantes D. Gabriel, D. Antonio Pascual y D. Francisco Javier, se construirá cerrando la Lonja al Plantel, entre la Casa de las Pizarras y la Compaña, frente a la fachada principal del Monasterio, para el alojamiento de las familias de los Infantes en su estancia en el Sitio Real. Construida por Juan de Villanueva entre 1769 y 1786, y es sin duda, su primera gran obra maestra. Se trata de un edificio muy largo de planta rectangular organizado en torno a cinco patios. La pendiente del terreno provoca diferencias de altura entre las fachadas principal y posterior, optando Villanueva por situar el piso bajo, en la cota superior, al cual se puede acceder directamente desde el denominado ¿patio largo¿. Las dos plantas se apoyan sobre un gran zócalo ciego en la fachada a la Lonja con solo dos puertas de acceso en sus extremos. La planta baja se sitúa sobre éste y se abre al patio largo que forma la fachada posterior con el muro de contención de El Plantel. Sobre este cuerpo se sitúa el piso principal, y arriba el bajocubierta abuhardillado. Todo el interior se organiza mediante dos monumentales escaleras, en los ejes de acceso, unidas por larguísimos corredores que en la planta baja es único y centrado, con bóveda muy plana y en las plantas superiores se desdoblan pegados a los patios interiores y a la fachada posterior, con bóvedas de cañón en el principal y parabólicas en el superior. Tanto las escaleras como los corredores son de un gran interés arquitectónico. Igualmente es de interés la variedad tipológicas de las viviendas donde se producen muchas opciones incluso en doble altura. En la fachada principal a la Lonja, se conserva el orden de las Casa de Oficios y del Monasterio, con un ritmo continuo y de huecos, cuyas guarniciones a la manera de Herrera, resaltan sobre el paramento liso de piedra. En la fachada principal a la Lonja, se conserva el orden de las Casa de Oficios y del Monasterio, con un ritmo continuo y de huecos, cuyas guarniciones a la manera de Herrera, resaltan sobre el paramento liso de piedra. También las líneas de imposta alteran su desnudez, dividiendo las tres alturas, al igual que la sencilla cornisa que le separa de la cubierta a cuatro aguas de pizarra con buhardillas. En el frente posterior, de sólo dos pisos, debido al desnivel, Villanueva se permite mayores licencias, expresando la falta de referencias al Monasterio. La muerte del Infante Francisco Javier hizo que la casa se dividiera entre sus dos hermanos. Al no tener descendencia el Infante D. Antonio Pascual, su mitad pasó a manos de la Corona adquiriendo ésta, desde entonces, la denominación de Casa de la Reina. Por deseo de Alfonso XIII, la otra mitad fue adquirida por la Administración de la Corona en 1925, que después de reformada, se puso en régimen de alquiler para residencia temporal y permanente.

Bienes muebles:

Justificación:
Fuentes de información del bien:

Fuente general: Sistema INPHIS de la Dirección General de Patrimonio Histórico de la  Comunidad de Madrid y elaboración propia.

Monasterio de San Lorenzo de El Escorial

Otro nombre del bien:
Municipio: San Lorenzo de El Escorial

Código: CM/0131/023
Referencia catastral:
Referencia del catálogo urbanístico: I-8
Georeferencia: UTM-X: 402943, UTM-Y: 4493603 / Longitud: -4º08’48», Latitud: 40º35’15»

Nivel de protección: Bien de Interés Cultural – Monumento. Declaración: Decreto de 3 de junio de 1931 declarando monumentos Históricos-Artísticos, pertenecientes al Tesoro Artístico Nacional, los que se indican. (Gaceta de Madrid de 4 de junio de 1931) «Artículo 2. Se declaran igualmente como comprendidos en esta relación los Palacios y Jardines que pertenecieron al Patrimonio de la Corona, hayan sido, o no, entregados a los Ayuntamientos respectivos». Otra figura: Yacimiento arqueológico o paleontológico documentado
Estado actual: Bien de interés cultural- BIC- (declarado); Monumento; ; Declaración de bien de interés cultural de PALACIO MONASTERIO Y JARDINES – 03/06/31; Estatal; Normas Subsidiarias y catálogo; Bueno; Religioso, Docente, Institucional, representativo.

Localización: Avenida Juan de Borbón y Battenberg, 1
Acceso:
Superficie: 319017 m2

Cronología: 0-0
Historia del bien:

Descripción general: Monasterio 1562-1584: Juan Bautista de Toledo, Juan de Herrera siglo XVIII: Juan de Villanueva Felipe II concibe construir el Monasterio por el reconocimiento por la victoria de San Quintín, que tuvo lugar el día de San Lorenzo de 1557 y el deseo de erigir un mausoleo en memoria de sus padres y de él mismo, puesto bajo la advocación de San Lorenzo. También son conocidas las motivaciones que llevó a Felipe II la elección del lugar: la proximidad a la Corte en Madrid, la adecuación del entorno físico a las normas vitruvianas y por último, las condiciones que exigían los frailes jerónimos. El monasterio se plantea según un eje principal este-oeste y en el lugar donde los vientos dominantes no azotan directamente. Basándose en los deseos expresos de Felipe II, Juan Bautista de Toledo, nombrado arquitecto real, proyectó un edificio integrado por un palacio, una iglesia y un convento con capacidad para albergar inicialmente 50 religiosos, dividido en tres sectores. En el meriodional se sitúa el convento, organizado alrededor de un patio y claustro principal y de otros cuatro pequeños. En la parte central, tras el gran patio de acceso se dispone la Basílica y abrazando la cabecera, en el extremo oriental, las estancias privadas del palacio con los aposentos reales. Y finalmente , en el tercio norte, se sitúa la zona de palacio distribuida entorno a un gran patio principal y cuatro de servicios. Es decir, inicialmente no se contó con el colegio y el seminario, ni tampoco con las dependencias hospitalarias ni de servicio. En el proyecto inicial el edificio presentaba dos alturas diferentes, planteándose menor altura en la mitad occidental que en la oriental. El aspecto monacal se rompía con la ubicación de las dos torres palaciegas en los extremos de la fachada principal, mas bajas que las otras dos orientales. En cuanto al templo, Toledo lo concibió centralizado, con cinco cúpulas y flanqueado por dos torres. Sobre este modelo y trazas de 1562 Felipe II pidió consejo a varios arquitectos. Tras el fallecimiento de Juan Bautista de Toledo, en 1567, Juan de Herrera, su ayudante, es nombrado arquitecto real, aportando cambios en el sistema constructivo y en la organización, con innovaciones que acelerarían el ritmo de las obras. En 1571 llegaron al Monasterio el rey con su corte y parte de los religiosos y en 1583 se habían terminado las obras en la Basílica y Jacome da Trezzo comenzaría los trabajos de labrado del tabernáculo y las relacionadas con el marco arquitetónico del retablo mayor que Pompeo Leoni completaría con sus figuras de bronce. En 1584 se colocaba la última piedra del monasterio.

Descripción del bien: Monasterio 1562-1584: Juan Bautista de Toledo, Juan de Herrera siglo XVIII: Juan de Villanueva El monasterio presenta una planta rectangular (207 x 162 m), siendo sus fachadas mayores del naciente y las del poniente. El acceso principal se encuentra en la fachada oeste del edificio. A esta fachada se abren tres puertas: el pórtico principal en el centro, resaltado por un frontispicio, y dos puertas laterales, a la derecha la del convento que es realmente la entrada a las cocinas, y a la izquierda, la del colegio de Alfonso XII. El pórtico principal consta de dos cuerpos o pisos claramente diferenciados. El inferior enlaza la cornisa de su entablamento con la general el edificio. Sobre la cornisa, a ambos extremos, se disponen dos parejas de pirámides rematadas con bolas, apoyadas sobre pedestales, situadas en la misma vertical de las columnas inferiores. El conjunto de la fachada oeste aparece flanqueado por las torres de la Botica en su extremo meridional, y del colegio. Las dos puertas laterales situadas a ambos lados de la puerta principal están enmarcadas por pilastras adosadas. La fachada norte, enmarcada por la torre de las damas y la del colegio, presentan dos pisos y esta articulada mediante pilastras superpuestas, al igual que la del poniente. Sus tres puertas adinteladas son del mismo tamaño, siendo la del extremo oriental la puerta principal del Palacio, la central la del acceso a las cocinas, y las mas occidental la comunica con el patio de servicios del colegio. La fachada oriental del monasterio se encuentra delimitada por la torre del prior en el ángulos sur, y la torre de las damas en el norte, dominados en el centro por la cabacera de la Basílica y la cúpula; al igual que en la fachada sur, de imponente dimensión horizontal, el arranque, como una fortificación, es en talud y a él se abren las ventanas de los sótanos. El monumento esta asentado sobre una plataforma, haciéndose mas evidente en las fachadas sur y este, en donde muestra su muro de contención, el Muro de los Nichos, construido con fábrica de sillería. Sobre ella y rodeando las zonas del Convento y Palacio, las mas privadas del Monasterio, se organizan los jardines, de los Frailes y del Palacio, y en los lados norte y oeste la Lonja o atrio de acceso al edificio. Las alas de mediodía y levante se apoyan en las bóvedas que cubren las cantinas iluminadas por las 99 ventanas dispuestas a los largo del talud de arranque de las fachadas. El jardín se comunica con la huerta por medio de tres escaleras, de dos tiros y tres tramos de gradas, situadas en cada uno de los lados, construidas en piedra berroqueña, coincidentes con ejes principales del edificio. En el ala oeste tras pasar la puerta principal se accede a un pórtico, cubierto con una bóveda escarzada de sillería presenta en sus testeros la puerta de entada a la Biblioteca, al patio del colegio, al claustro de la hospedería y al patio del convento. Desde aquí y atravesando una arquería de tres vanos de medio punto se accede al patio de los Reyes, verdadero atrio de la Basílica. La Biblioteca, consta de dos salones superpuestos, estructurada a base de pilastras, molduras y arcos fajones, y cubierta con una bóveda de cañón. El patio de los Reyes, delimitado por los muros del Convento y el Colegio, por el que se accede a aquella mediante siete gradas que remarcan la jerarquía del espacio siguiente. La fachada de la Basílica, la constituye un cuerpo central, flanqueado por dos torres en cada ángulo. Lo integran dos niveles decorados con columnas, uno inferior, hexástilo y dórico, y otro superior de orden toscazo, rematado con un frontón triangular. El espacio basilical se organiza en tres naves, la central mas ancha que las laterales. La jerarquía del crucero, como parte mas importante, queda remarcada por la utilización del orden dórico, de mayores proporciones, incluso que el de la fachada. Cuatro pilares torales constituyen el núcleo sobre el que se asienta la cúpula. Y delimitado por cuatro machones achaflanados en sus vértices exteriores con pilastras pareadas. Sobre el crucero propiamente dicho se asienta una cúpula, cuyo tambor en el que se abren ocho ventanales de medio punto, enlaza con la bóveda mediante pechinas, mientras que la semiesfera de la cúpula se organiza en gajos, rematándose con un óculo y una linterna. El presbiterio, destaca del resto de la iglesia por su ornamentación y materiales utilizados. Se accede a el mediante dos tramos de escalinatas, llegando por una tercera hasta el retablo mayor. Se organiza en torno a un claustro principal alrededor del patio de los Evangelistas y a otros cuatro patios mas pequeños en torno a los cuales se disponen los diferentes servicios. En su parte baja se agrupan la portería, de planta rectangular, cubierta con una bóveda escarzana de tres tramos; la iglesia vieja, también rectangular de otros tres tramos definidos por arcos rebajados y cubiertos con bóvedas vaídas; y la escalera principal, que es una de las piezas mas importantes del monasterio desde el punto de vista arquitectónico. Es de tipo imperial, siendo el tiro de ida mas ancho que los dos laterales de vuelta. Su iluminación se produce a través de vanos termales que enlazan mediante lunetos, con la bóveda. En la planta inferior, en la panda mas oriental del claustro, y unida a la Basílica, se encuentra la sacristía, precedida de un vestíbulo. Cubierta con bóveda rebajada y profusamente decorada, es una de las piezas mas lujosamente tratadas del convento. El claustro, consta de dos pisos de planta cuadrada, cubiertos con bóvedas rebajadas con lunetos, y rematándose en las esquinas con bóveda de aristas. En el piso inferior la bóveda es de fábrica de cantería mientras que en el superior esta hecha con ladrillo y enlucida con yeso blanco. Presenta dos órdenes de arquería de medio punto peraltadas, el inferior dórico, y el superior jónico, separadas mediante una cornisa, resolviéndose las esquinas mediante un cuarto de columna. En su centro se levanta un templete de planta cuadrada con los ángulos achaflanados, cubierto con una cúpula asentada sobre un anillo de modo de tambor. En el sector sureste del convento se abren los cuatro patios chicos, alrededor de cuyos claustros se alojan las celdas y dependencias de los frailes, cuyo nexo de unión lo constituye el patio de luces del convento, siendo éste el centro de iluminación de la zona. Los cuatro patios de servicios constan de tres pisos; las cubiertas de los corredores inferiores se resuelven mediante bóvedas vaídas, mientras que los superiores se cubren con techados de viguería de madera y entrevigado de yeso, solucionándose las esquinas mediante arcos perpiaños. Cada uno de ellos tiene siete vanos por panda, los cuales se marcan mediante arcos rebajados apoyados sobre pilares que en las esquinas toman forma cruciforme. Sobre las cubiertas se alinean dos hileras de buhardillas y en el centro de cada patio se dispone una fuente. En el tercio norte del Monasterio se disponen el Colegio, el Seminario, y el Palacio. El colegio y el seminario ocupan la mitad noroeste y presentan cuatro patios: el del seminario, junto a la torre de los Doctores; el primer y segundo patio del Colegio, lindando con el patio de Reyes, y un cuarto patio dividido a su vez en dos: uno de servicios y otro conocido como el patio del Peladero. Al colegio se accede por la puerta norte del nártex basílical, y su organización en muy semejante a la del convento. El seminario cuenta con su propio refectorio y aula en el oeste, desde donde se puede acceder a la biblioteca. En el Palacio se pueden distinguir dos zonas claramente diferenciadas, el palacio público en el sector noreste, y otra, el palacio privado con los aposentos del Rey, alrededor de la cabecera de la Basílica. Lo único de todo el conjunto palaciego que continua casi intacto es la Sala de las Batallas. Construida por una galería abovedada, con nueve ventanales. Todas las cubiertas del Convento, colegio y Palacio fueron reformadas, cambiando las armaduras de madera. La Biblioteca posee uno de los fondos bibliográficos más valiosos del mundo, no por la cantidad ya que hay alrededor de 50.000 volúmenes, sino por su calidad, siendo especialmente valiosas sus colecciones de manuscritos árabes, hebreos y latinos. La sala abierta al público es una galería abovedada de 54 metros de longitud por 9 de ancho. Está decorada con pinturas de Tibaldi y Carducci, del siglo XVI. El programa iconográfico es muy interesante, en el testero norte está representada la Filosofía, en el opuesto la Teología y entre ambos las siete Artes Liberales: la Gramática, la Retórica, la Dialéctica, la Aritmética, la Música, la Geometría y la Astronomía. El Panteón de Reyes está ubicado justo debajo del Altar Mayor, en él están enterrados prácticamente todos los reyes de España a partir de Carlos I, excepto Felipe V, Fernando VI y Amadeo de Saboya. El Panteón es una sala octogonal, en uno de sus lados está la entrada y en el de enfrente se sitúa un altar con un Cristo en bronce dorado de Domenico Guido. La estancia está decorada con mármoles granates y grises y bronce dorado a fuego. El Panteón de Infantes se realizó a mediados del siglo XIX, en el reinado de Isabel II, y finalizaron las obras en 1886. Construido en mármol blanco de Carrara, está compuesto por nueve salas. En la primera está la escultura en bronce de Isabel II, en actitud orante. La tumba que más destaca de este panteón es la de don Juan de Austria, hijo natural de Carlos V. En otra de las salas hay una gran tumba colectiva en forma de tarta donde, están enterrados algunos de los niños de las familias reales que murieron antes de la Primera Comunión. Los Palacios ocupan parte de la fachada Norte y de la Este, además del saliente de la basílica. Las estancias palaciegas del siglo XVI fueron ocupadas por Felipe II. La primera de ellas se conoce como la Sala de las Batallas, decorada con pinturas realizadas por artistas genoveses: Oracio Cambiaso, Fabricio Castello, Nicolás Granello y Lázaro Tavarone. Se representan escenas de batallas, entre ellas las de la Higueruela y la de San Quintín. En otra de las habitaciones se puede ver la silla litera que transportaba a Felipe II al final de su vida, cuando, por culpa de la enfermedad de la gota apenas podía andar. La Sala de los retratos, la de Cartografía y la del Trono nos llevan hasta el dormitorio donde murió el Rey, caracterizado por su sencillez. El Palacio de los Borbones está decorado a finales del siglo XVIII, con Carlos III y su hijo Carlos IV. Juan de Villanueva interviene en la fachada norte para dotar de acceso a la parte del Monasterio que los borbones habilitan para residencia real, consistiendo principalmente en la apertura de una nueva puerta y en la escalera de comunicación. En el interior destaca la influencia del gusto francés en el estilo de los muebles, porcelanas, lámparas y todo tipo de objetos decorativos. Lo más importante de estas habitaciones es la colección de tapices cuyo diseño está realizado por artistas como Goya, Bayeu y Tenniers, entre otros.

Bienes muebles:

Justificación:
Fuentes de información del bien:

Fuente general: Sistema INPHIS de la Dirección General de Patrimonio Histórico de la  Comunidad de Madrid y elaboración propia.

Casita del Príncipe de Asturias o Casita de Abajo, los Jardines

Otro nombre del bien: Casita del Príncipe o de Abajo de El Escorial
Municipio: El Escorial, San Lorenzo de El Escorial

Código: CM/0000/131
Referencia catastral:
Referencia del catálogo urbanístico:
Georeferencia: UTM-X: 403580, UTM-Y: 4493429 / Longitud: -4º08´21´´, Latitud: 40º35´09´´

Nivel de protección: Bien de Interés Cultural – Monumento. Declaración: Decreto de 3 de junio de 1931 declarando monumentos Históricos-Artísticos, pertenecientes al Tesoro Artístico Nacional, los que se indican. (Gaceta de Madrid de 4 de junio de 1931) «Artículo 2. Se declaran igualmente como comprendidos en esta relación los Palacios y Jardines que pertenecieron al Patrimonio de la Corona, hayan sido, o no, entregados a los Ayuntamientos respectivos». Otra figura: Yacimiento arqueológico o paleontológico documentado
Estado actual:

Localización: Avda Reyes Católicos, 1
Acceso:
Superficie: 449727 m2

Cronología: 0-0
Historia del bien:

Descripción general: Casita del Principe. Neoclasicismo. 1771-1784. siglo XVIII Juan de Villanueva La Casita del Príncipe o de Abajo y sus jardines fueron construidos para el futuro Carlos IV por el arquitecto Juan de Villanueva entre 1771 y 1784, a unos 750 m al sudeste del Monasterio en unos terrenos de fuerte pendiente. El conjunto se ordena mediante el gran eje longitudinal que, desde los pabellones de acceso, recorre el jardín delantero, la Casita y el jardín trasero, con su tratamiento aterrazado, para entroncar por el norte con el viario de acceso desde el Monasterio. El palacete se construyó en dos fases: entre 1771 y 1773. A la primera fase corresponde el cuerpo principal, de planta rectangular y con una única altura, excepto en su núcleo central, donde hay dos. Éste integra un pórtico de cuatro columnas dóricas y cornisamento, sobre el que descansan una balconada y dos pequeñas columnas dóricas, que dan forma a la elegante fachada principal, orientada al este. En la segunda etapa, Villanueva ideó un eje perpendicular, que, partiendo de la cara posterior del citado núcleo central, se prolonga hacia el oeste, configurándose una planta con forma de T invertida. La ampliación supuso integrar dos nuevas dependencias, denominadas Salón Grande y Sala Ovalada, y un pórtico con dos columnas jónicas. Los jardines, responden a la traza de Villanueva que recupera el tipo aterrazado del Renacimiento italiano, ayudado en una primera etapa por el florentino Luis Lemmi en calidad de jardinero mayor. Se distribuyen en dos zonas: la primera de ellas se extiende alrededor de la fachada principal, orientada al este, e integra una plaza circular, decorada con una fuente, de la que parten ocho calles radiales. La segunda, realizada durante la segunda fase se sitúa en la parte posterior del edificio, al oeste, y presenta un trazado hipodámico, estructurado a partir de un gran estanque.

Descripción del bien: Casita del Principe. Neoclasicismo. 1771-1784. siglo XVIII Juan de Villanueva El conjunto, en un terreno en fuerte pendiente segregado de la Dehesa de la Herrería, se compone de cuatro partes diferenciadas, cada una de ellas dispuesta en una terraza: el jardín focalizado con los pabellones de acceso desde la carretera de Madrid, el palacete y dependencias de servicio con el jardín posterior de cuadros con arbolado, otro jardín de cuadros bajo la alberca o reservado y el jardín superior ¿estos dos últimos dentro de un mismo ámbito, el nuevo jardín de poniente. La Casita de Abajo, que sustituyó a unas barracas existentes en ese punto, fue construida para el futuro Carlos IV por su arquitecto Juan de Villanueva entre 1771 y 1784, en dos fases sucesivas: la primera, entre 1771 y 1775, en la que se erigieron el cuerpo principal y las dependencias de servicio, así como la ordenación primitiva del entorno, y de 1781 a 1784, la segunda, con el salón posterior y los jardines definitivos. Su composición arquitectónica recuerda al Museo del Prado en Madrid. En el acceso principal se disponen los pabellones de entrada y unas garitas con fuentes y pórticos laterales que enmarcan el ingreso, con una puerta de rejería que permite el paso al primer jardín de trazado radial de cuadros bajos ¿con coníferas de plantación posterior- y fuente circular en el eje longitudinal, que lleva a una terraza o lonja donde se encuentran las edificaciones principales; dos puertas de hierro de doble hoja de carácter monumental permiten el acceso lateral a dicha lonja y constituía la oriental la entrada más habitual al conjunto. El cambio de nivel se salva con un muro de contención que incorpora unos magníficos canapés de granito y rampas italianas. El palacete original organiza, de forma transversal al eje de entrada, un cuerpo de configuración ternaria y simétrica: una parte central de dos alturas más dos laterales con una y ático, prolongadas mediante dos pequeños pabellones adintelados con columnas toscanas que sirven de paso a las dependencias de servicio extremas y, a su vez, conectan la lonja de acceso con el jardín posterior; estas edificaciones laterales presentan una sola planta sobre un terreno en pendiente descendente hacia las puertas del jardín. Se accede a la residencia por la parte central de más altura a través de un pórtico tetrástilo de orden toscano dispuesto sobre unas gradas; dicho pórtico sostiene una terraza con barandillas de hierro que sirve a la planta alta, rematada con una cubierta de cinc de ligero carácter rococó que enfatiza el eje principal. La puerta de entrada se acompaña de dos huecos rehundidos con un pequeño banco, mientras que en planta alta, como en la vecina Casita de Arriba, introduce el arquitecto dos columnas jónicas dispuestas in antis. En los cuerpos laterales y de forma simétrica aparecen dos huecos con guardapolvos y alféizar de granito, material utilizado en la totalidad de la fachada, y, sobre la imposta que separa el ático, se abren pequeños huecos de sencilla factura similares a los de las dependencias secundarias. La planta de la Casita, como se ha dicho, responde a una organización tripartita y tiene forma de ¿T¿ invertida: el área central, con el pórtico de acceso que contiene el vestíbulo y un paso hacia la ampliación, comunicado a su vez con la escalera de mármol que lleva a la primera planta ¿preparada en Madrid y trasladada y montada en El Escorial- y, continuando por el eje de entrada, se dispone el nuevo salón de baile y una saleta ovalada que sirve de vestíbulo al ingresar desde el pórtico posterior del jardín; a ambos lados del sector central se desarrollan los dos cuerpos laterales, de carácter privado y destinados a las habitaciones independientes del príncipe y su esposa, cada uno compuesto de dos habitaciones rectangulares y otra menor cuadrada, más una correspondiente a la escalera en el lateral norte. Desde el nivel superior, de planta simétrica, se accede a la terraza desde la sala principal. El cuadrilongo original realizado en la primera fase fue incrementado, entonces, con el cuerpo perpendicular del salón de baile formando dicha figura de ¿T¿, por lo que se trasladó el pórtico primitivo de salida al jardín trasero -que aparecía encajado en el edificio y hoy es una habitación de paso-, hasta la fachada posterior tras el vestíbulo ovalado. La planta, relacionada con la obra de Palladio, parece tener una clara conexión con la del edificio corintio que representa Robert Morris en su publicación Select Architecture. La superposición de las dependencias de servicio formando un amplio cuerpo transversal con alzado de disposición triangular proviene, asimismo, de las villas palladianas, esquema utilizado ya en el palacio de la Zarzuela. De exquisita decoración, estos interiores responden al estilo Carlos IV de fin del siglo XVIII combinado con rasgos pompeyanos; requirió un importante trabajo de canteros y marmolistas, así como pintores -los techos están ejecutados por Maella, además de Juan Duque, Jacinto Gómez y Felipe López-, mueblistas y todo tipo de artesanos, así como se introdujo una rica colección pictórica y de objetos ornamentales, muchos perdidos en la Guerra de la Independencia. Además, el famoso decorador Dugourc realizó una serie de proyectos para tres salas de la Casita del Príncipe en 1786. En la parte trasera, un cuerpo de una sola altura que contiene un amplio salón de baile más una salita y pórtico también in antis de órdenes jónicos se adosa al bloque de dos niveles y se introduce en el jardín posterior; ocho huecos laterales se abren a los cuadros de vegetación, más otros dos que acompañan la puerta con arco de medio punto que sirve de salida al exterior, ya dentro del pórtico. El resto del palacete original incluye huecos similares a los de la fachada de acceso. Los alzados en el casino se realizan de cantería granítica, de gran tamaño en los zócalos, con un cuidado trabajo en las cornisas y huecos; en los pabellones de servicio, la piedra berroqueña se utiliza para el zócalo, esquinales, cornisas, impostas y recercado de huecos, con los entrepaños enfoscados. JARDINES: El conjunto, que presenta una extraordinaria unidad, se ordena mediante el gran eje longitudinal que, desde los pabellones de acceso, recorre el jardín delantero, la Casita y el jardín trasero, con su tratamiento aterrazado, para entroncar por el norte con el viario de acceso desde el Monasterio de El Escorial. Los jardines, uno de los principales ejemplos de la recuperación en España del tipo aterrazado del Renacimiento italiano, presentan una dualidad fomentada por la disposición central de la casa, hecho inaudito en España, pues se introduce un jardín anterior en vez de la típica plaza de acceso. Ésta debió ser la disposición original: un ámbito de entrada con la casa y un pequeño jardín trasero, sin el añadido aterrazado; al ampliar el salón se ajardinaría la plaza de acceso, se añadía la parte en ladera y reordenaba el jardín posterior primitivo. Por tanto, el conjunto ajardinado se divide en dos fragmentos unidos por un único eje longitudinal: el primero en la parte anterior y de trama, focalizada y otro ortogonal en la posterior, que se prolonga estrechándose para integrarse mejor con el entorno boscoso donde se asienta. Recursos de carácter hispano ¿entradas quebradas, rupturas axiales- y rasgos de carácter paisajístico enriquecen el complejo trazado del jardín. El jardín posterior, ejecutado en la segunda fase a la misma cota que la edificación, se organiza mediante una malla ortogonal de intervalos irregulares que contrasta con la planta focalizada del jardín de acceso. Los cuadros bajos se jalonan con árboles frutales, hoy tristemente secundados por las inevitables coníferas decimonónicas; una plaza con fuente circular indica el punto medio del pórtico de salida al jardín y el siguiente elemento, la pequeña terraza con la fuente del Mascarón. De formalización regular, pero barroca, se delimita esta plataforma por dos rampas que suben hacia la parte posterior y un fuerte muro de contención que no es más que el dique de la alberca superior, aprovechado para introducir dicha fuente del Mascarón, granítica y de carácter rústico. Este sector, que sube por la pendiente hacia el Monasterio de El Escorial, presenta un ancho de un tercio respecto a los jardines inferiores, y se remata, tras la alberca, con otro jardín de cuadros bajos de dinámico trazado que forma un hemiciclo con una puerta central que dirige el recorrido, por un brazo del tridente dibujado por Villanueva, hacia la lonja del monasterio; la construcción de muros de cerramiento de escasa altura permite la máxima relación entre el jardín y la dehesa aneja. El autor fue Juan de Villanueva, arquitecto del Real Sitio y del príncipe de Asturias y los infantes, que proyectó y dirigió la obra, además de, seguramente, trazar los jardines, donde trabajó en una primera etapa el florentino Luis Lemmi en calidad de jardinero mayor. Declarado Monumento Nacional en 1931, fue restaurado en los años sesenta del siglo pasado por el arquitecto de Patrimonio Ramón Andrada, que también intervino en los jardines y pabellones de acceso. Una actuación reciente de Pedro Moleón ha permitido recuperar varios elementos del conjunto

Bienes muebles:

Justificación:
Fuentes de información del bien:

Fuente general: Sistema INPHIS de la Dirección General de Patrimonio Histórico de la  Comunidad de Madrid y elaboración propia.

Casita del Infante o de Arriba, los Jardines

Otro nombre del bien: Casita de Arriba
Municipio: San Lorenzo de El Escorial

Código: CM/0131/010
Referencia catastral:
Referencia del catálogo urbanístico:
Georeferencia: UTM-X: 402077, UTM-Y: 4493284 / Longitud: -4º09’25», Latitud: 40º35’04»

Nivel de protección: Bien de Interés Cultural – Monumento. Declaración: Decreto de 3 de junio de 1931 declarando monumentos Históricos-Artísticos, pertenecientes al Tesoro Artístico Nacional, los que se indican. (Gaceta de Madrid de 4 de junio de 1931) «Artículo 2. Se declaran igualmente como comprendidos en esta relación los Palacios y Jardines que pertenecieron al Patrimonio de la Corona, hayan sido, o no, entregados a los Ayuntamientos respectivos». Otra figura: Yacimiento arqueológico o paleontológico documentado
Estado actual:

Localización: Carretera Robledo, 2
Acceso:
Superficie: 87871 m2

Cronología: 0-0
Historia del bien: ESTA PORTADA PODRÍA ESTAR VINCULADA AL CLUB DE GOLF, DATADO A MEDIADOS DEL SIGLO XX. CLUB DE GOLF: «ASIMISMO EN 1950 SE PROYECTA EL CAMPO DE GOLF DE EL ESCORIAL EN TERRENOS CEDIDOS PARA ELLO POR PATRIMONIO NACIONAL; EN UN PRIMER MOMENTO SE ADJUDICARON 30 HA. LINDANTES CON LA TAPIA DE LA CASITA DEL PRÍNCIPE, LA LÍNEA DEL FERROCARRIL, EL ARROYO AULENCIA Y LA CARRETERA QUE VA AL CAMPAMENTO DEL BUEN AIRE, LO QUE SUPONÍA UN 10% DE LA EXTENSIÓN DE LA HERRERÍA. NO SE SABE CON CERTEZA PORQUÉ SE CAMBIÓ LA LOCALIZACIÓN PREVISTA A OTRO LUGAR DE LA FINCA, EN CONCRETO A LA ZONA NOROESTE, JUSTO AL LADO OPUESTO, PERO LO CIERTO ES QUE EN 1967 SE CONSTRUYE EL CLUB EN EL NUEVO EMPLAZAMIENTO, CUENTA CON UN CAMPO DE GOLF DE 18 HOYOS, ASÍ COMO UN EDIFICIO PARA CLUB SOCIAL. ESTE ÚLTIMO, PROYECTADO POR RAMÓN ANDRADA, JOSÉ LUIS MARTÍN Y MARIANO BAYÓN. ES UN SENCILLO EDIFICIO, A DECIR DE SUS AUTORES «SIN MAYORES PRETENSIONES, CON UNA ARQUITECTURA DE NUESTRO TIEMPO, EN UN COMPROMETIDO AMBIENTE ESCURIALENSE, CON UN EJEMPLAR EMPLEO DEL GRANITO, DE LA PIZARRA, DEL HIERRO Y DEL PLOMO, SIN CAER EN LA PIRUETA O EN EL BOBALICÓN FLORKLORE «. UN DATO CURIOSO SOBRE LA CONSTRUCCIÓN DEL EDIFICIO ES QUE LOS SILLARES DE GRANITO USADOS EN ÉL SON LOS DE UN PUENTE SOBRE EL ARROYO DE TROFAS, EN EL MONTE DEL PARDO, QUE SE ARRUINÓ A CAUSA DE UNA RIADA Y FUE SUSTITUIDO POR OTRO DE HORMIGÓN. ASIMISMO Y SEGÚN INFORMACIÓN DEL HISTORIADOR DE PATRIMONIO NACIONAL, JOSÉ LUIS SANCHO, LA PUERTA DE ACCESO AL CLUB FUE CONSTRUIDA EN ESA MISMA ÉPOCA CON PARTE DE LOS CITADOS SILLARES (VER FICHA CM/0131/014).» «ARQUITECTURA Y DESARROLLO URBANO (1998)», PÁGINA 287.

Descripción general: Palacete neoclásico: 1771-1773 Juan de Villanueva Jardines: 1774 Juan de Villanueva, Luis Lemmi La Casita del Infante (conocida también como la Casita de Arriba) es un edificio neoclásico, construido en el último tercio del siglo XVIII, en un promontorio al sur del Monasterio de El Escorial. Debe su nombre al infante Gabriel de Borbón, hijo de Carlos III, que la concibió para albergar conciertos de música de cámara, una de sus grandes aficiones. Se llevó a cabo entre 1771 y 1773, a partir de un diseño de Juan de Villanueva, el mismo arquitecto que trazó la Casita del Príncipe o de Abajo, que se encuentra en sus inmediaciones, dentro del término municipal de El Escorial. Tiene jardines de estilo italiano en terrazas descendentes y era posible escuchar la música desde el interior y el exterior. La decoración original se perdió y la que puede observarse corresponde a los reinados de Carlos IV y Fernando VII. Vicente Gómez pintó la bóveda con un fresco de Las Cuatro Estaciones. Su gestión corresponde a Patrimonio Nacional, organismo estatal del que dependen los bienes del Estado a disposición de la Corona Española.

Descripción del bien: Palacete neoclásico: 1771-1773 Juan de Villanueva Jardines: 1774 Juan de Villanueva, Luis Lemmi Construida por Juan de Villanueva, arquitecto real, entre 1771 y 1773, la Casita de Arriba -destinada al infante don Gabriel de Borbón, hermano del futuro Carlos IV- se localiza en el entorno del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial, a escasos 800 m del mismo en la carretera que se dirige a Robledo de Chavela. La Casita de Arriba se extiende sobre una ladera de fuerte pendiente en orientación noroeste-sudeste, con la vivienda en la cota más elevada, a 1.025 m, y acceso en este punto desde la carretera de Robledo; los jardines, desplegados en varias terrazas a sus pies, constituyen un magnífico belvedere del cercano monasterio. Su erección formaba parte de una amplia operación que comprendía la creación de un conjunto de edificios de recreo en torno a los Sitios Reales destinado a los dos varones primogénitos de Carlos III, que permitían una relajación de la etiqueta cortesana al alejarse de la residencia permanente; se rodeaban de jardines y carecían del aparato edilicio habitual, pues sólo contaban con pequeños pabellones de servicio y escasos cuartos, generalmente sin dormitorios, dada la cercanía al núcleo principal y su carácter de recreo o descanso eventual. Compañera de la colindante Casita del Príncipe o de Abajo, su origen es común, tanto en su destino real, autoría -Juan de Villanueva, arquitecto de los infantes-, y construcción, pues son estrictamente contemporáneas y realizadas entre 1771 y 1773 ¿aunque la de Abajo sufrió una ampliación-. La fachada de acceso presenta, por primera vez, la solución vilanovina después vista en El Pardo y el Museo del Prado consistente en un oscuro hueco de entrada en el eje de simetría contrastado con las columnas jónicas in antis que lo flanquean entre pilonos, partes laterales de un cuerpo discretamente adelantado respecto de la línea de fachada en el cual se horadan, además, dos pequeñas puertas con arco de medio punto; otras dos ventanas, con su guardapolvo, completan la pétrea fachada. Toda de granito, con zócalo y cornisamento, hoy están revocados los paños centrales de los cuerpos laterales, como en el resto del edificio, aunque no son originales. Se remata con un ático y dos pequeños torreones que permiten la iluminación de la planta superior y óculo central que rasga la cúpula del salón principal. La compleja cubierta ¿hoy de pizarra- se eleva con tres grupos de faldones: el inferior, de pendiente curva, con huecos; el intermedio y el que cubre el espacio central. En la parte trasera el arquitecto repite el mismo esquema triangular y el plano ligeramente avanzado con su puerta de medio punto y frontón superior, dos pequeñas ventanas laterales, y los huecos extremos con sus guardapolvos, similares a los de la fachada principal. Los alzados laterales, sin retranqueos, tienen una puerta central también adintelada y dos sencillas ventanas a cada lado. El edificio, desarrollado básicamente en un nivel, presenta un pequeño ático perimetral. La planta baja, prácticamente cuadrada y de fuertes resonancias palladianas, se organiza en tres bandas longitudinales, más ancha y larga la central al ser la principal, donde se ubica el acceso in antis con su profundo atrio y la escalera de caracol que comunica con la primera planta, un salón central cupulado sobre pechinas ¿que propician el paso del cuadrado de la planta al octógono de la cúpula- que alojaba a los oyentes de las veladas musicales y otra sala, seguramente el comedor, abierta al jardín posterior, que constituyen las estancias más públicas y representativas; en las dos bandas laterales se disponen las habitaciones privadas para el infante don Gabriel y su esposa, cada una con su desarrollo independiente, con dos cuartos y una salida central al jardín, correspondientes a las puertas de las fachadas laterales. Si bien funcionalmente las habitaciones se agrupan en estas tres bandas paralelas, visualmente existe una relación transversal de otras tres franjas con el jardín: entre las habitaciones septentrionales y el acceso, el salón central y las dos salidas al jardín y entre los tres cuartos meridionales, que Sambricio denominó ejes de luz. Esta compacta planta se repite en el piso superior alrededor del gran hueco del salón central ¿excepto en el vestíbulo, con una terraza-, rodeado por pequeños cuartos con bóveda de cañón que se abren a dicho espacio y que permitían albergar a una pequeña orquesta de cámara. El interior, aunque variado en parte, conserva todavía su espléndida decoración ¿menos elaborada que la de la Casita de Abajo-, entre la que destacan los frisos pompeyanos con motivos musicales de la cúpula principal. Ha sido considerado este conjunto como el ejemplo máximo del Neoclasicismo español, en referencia a un grupo de obras que recuperan los principios renacentistas italianos de la jardinería de Felipe II en la España de la segunda mitad del siglo XVIII en franca contraposición al modelo francés imperante. Pero estos jardines, tradicionalmente atribuidos al propio Villanueva, presentan, además de dispositivos de proyecto clásicos, fuertes rasgos hispanos que tienden a la fragmentación del conjunto y a la ruptura de la visión perspectiva: mientras que un importante eje longitudinal ordena todo el conjunto, incluido el acceso, el casino y la terraza superior ajardinada, el arquitecto dispone dos jardines de cuadros simétricos y paralelos a este eje central, de mayor longitud pero a una cota más baja; estos dos desarrollos laterales compiten con la axialidad principal y genera recorridos acodados típicos del mundo español; además, el habitual gradiente entre Arquitectura y Naturaleza, tan desarrollado en la jardinería renacentista en nuestro país, se perturba al eliminar el selvático entre el jardín de cuadros y el bosque de caza, pues el huerto se introduce lateralmente. Tras la transformación de este coto de caza en parque para la reina María Josefa Amalia desde 1824, el edificio y jardines cayeron en una etapa de decadencia, hasta que fue arrendado a la Escuela de Ingenieros de Montes en 1878, época en la que se plantaron las coníferas y sufrió el jardín importantes cambios. En 1931, cuando era la Estación de Ensayo de Semillas, fue declarada Monumento Histórico-Artístico junto a los jardines y tuvo que ser restaurada tres años después por el arquitecto Miguel Durán tras sufrir un incendio; de nuevo intervino en ella Fernando Chueca en 1947 y en 1960 Ramón Andrada, esta vez para albergar la residencia del entonces príncipe Juan Carlos de Borbón. Los jardines de la Casita del Infante: Los jardines, terminados un año después, en 1774, fueron plantados por el florentino Luis Lemmi sobre la traza de Villanueva. El conjunto se compone de cuatro partes asociadas a diferentes niveles y unidas por un eje de simetría longitudinal: una primera de acceso, la de mayor cota, que contiene dos pabellones de servicio, separados por una exedra con dos garitones anejos donde se abre la puerta de entrada; la segunda, que alberga la residencia, desplazada hacia el norte para favorecer el desarrollo del jardín en la terraza meridional superior; la tercera, con unos jardines dispuestos en un plano inferior que rodea por tres de sus lados a la anterior, y, por último, el soto de caza. En la prolongación de este eje principal se desarrolla la terraza superior del jardín; en ella de dispone un elegante comedor pétreo al aire libre, rodeado de cuadros bajos ¿todas las coníferas son posteriores y ajenas al proyecto inicial-, rematado con una fuente que organiza un hemiciclo introducido en la terraza inferior y a la que se llega mediante una escalinata. Otros dos pequeños grupos de peldaños laterales llevan en el eje transversal de la Casita a dicho plano aterrazado, compuesto por dos franjas asimismo de cuadros bajos con sencillas fuentes romboidales que discurren paralelas al eje longitudinal y que terminan en un amplio espacio enarenado abierto con una barandilla de hierro al soto de caza; esta barandilla, que rodea toda la terraza inferior, se abre también lateralmente para alcanzar la naturaleza exterior. La Casita de Arriba constituye un espléndido ejemplo de implantación de la arquitectura en su entorno inmediato, donde la integración entre la residencia y los jardines aterrazados que le acompañan refleja una coherencia y unidad de ambos hechos arquitectónicos conjugados en la villa, la Arquitectura y la Naturaleza artificial, manifestadas a su vez en la organización jerárquica tanto de la casa como del jardín en bandas paralelas al eje principal.

Bienes muebles:

Justificación:
Fuentes de información del bien:

Fuente general: Sistema INPHIS de la Dirección General de Patrimonio Histórico de la  Comunidad de Madrid y elaboración propia.

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