Despoblado de Navalquejigo

Otro nombre del bien:
Municipio: El Escorial

Código: CM/0054/003
Referencia catastral:
Referencia del catálogo urbanístico:
Georeferencia: UTM-X: 411257, UTM-Y: 4495574 / Longitud: -4º02´56´´, Latitud: 40º36´22´´

Nivel de protección: Yacimiento arqueológico o paleontológico documentado
Estado actual: Desde 1997 residen en el pueblo un grupo de artesanos y artistas que han restaurado parte de las casas abandonadas.

Localización:
Acceso: Al Noreste del término municipal.
Superficie: 89554 m2

Cronología: 0-0
Historia del bien:

Descripción general: Despoblado. Siglos XIII a XIX.

Descripción del bien: El lugar de Navalquejigo, situado al noreste del término, junto a la urbanización Ciudad Bosque Los Arroyos, pertenecía en el siglo XIII al Real de Manzanares, apareciendo enumerado entre los pueblos fundados por los segovianos en un privilegio otorgado por Sancho IV en 1287, lo que viene a corroborar, no sólo su origen, sino también su existencia ya en los años finales del siglo XIII. Asimismo se le menciona en el libro de la montería de Alfonso XI, al relatar la caza del oso, de la que se dice que el ojeo se realizaba en la zona comprendida entre «La Povediella y Navalquexido», sin que de esta cita pueda concluirse si se trataba de un poblado o un lugar en el que se practicaba dicha caza. El único elemento singular de este asentamiento perteneciente al período histórico aquí tratado, que ha llegado hasta nuestros días en relativo buen estado de conservación, es la iglesia de la Exaltación de la Santa Cruz, conservándose en pie hasta hace muy poco también el dintel de piedra con el escudo de la casa consistorial. Por lo que respecta al núcleo de Navalquejigo, a mediados del XVIII pertenecía a la Duquesa del Infantado, a la que debía pagar las alcabalas y penas de cámara. La población censada allí era de 16 vecinos, todos los cuales habitaban en el núcleo, ya que no existía en el término casa de campo o alquería alguna. La economía del municipio se veía reducida a la mera subsistencia, destacando las labores agrícolas como casi única fuente de riqueza; la mayoría de las tierras eran de secano y en ellas se daban como cultivos más sobresalientes el trigo, la cebada, el centeno y los garbanzos, productos que se complementaban con el heno, la bellota y la leña que proporcionaba el monte bajo, explotado mediante entresacas que tenían lugar cada ocho, diez o doce años, según el estado en que se encontrara el monte y las necesidades del pueblo. Existía también una precaria ganadería integrada por algunos ejemplares de ganado caballar y vacuno usados para las labores agrícolas, algo de lanar, cabrio y de cerda, aunque ninguno de los vecinos alcanzaba a tener una cabaña que llegara a las 200 cabezas. Asimismo se censaban 132 colmenas, todas ellas de propiedad particular. La industria era inexistente y el comercio se veía reducido a una taberna arrendada. Actividades complementarías eran el transporte de piedra, leña y carbón llevado fundamentalmente a Madrid en las once carretas existentes en el municipio, y la venta anual al Monasterio de diez carros de paja . Se censaba también un escribano de número, nombrado por la duquesa del Infantado y aprobado por el Real Supremo Consejo de Castilla, un sastre, un herrero, dos jornaleros y un cirujano que asistía a la población, aunque residía en Colmenarejo. El núcleo estaba compuesto por 17 casas, una de ellas arruinada, entre las que se incluían la taberna, el ayuntamiento y las casas del curato, además de un solar y diez pajares. A pesar de ser villa de señorío no había de satisfacer carga alguna por el establecimiento del suelo al señor de la villa, estando en cambio gravadas sus heredades en concepto de fiestas y de reparación de cercas y caminos, lo que se tenía que hacer con asiduidad con el fin de facilitar el tránsito a la familia real cuando se desplazaba a El Escorial o Balsaín. Por lo que respecta a Navalquejigo, a mediados del XIX pertenecía al municipio de Galapagar y al partido judicial de Colmenar Viejo, pasando a depender de El Escorial en 1875, como compensación por los terrenos que el municipio había perdido en beneficio de San Lorenzo. Su población, según Madoz, era de 13 vecinos equivalentes a 63 almas, que habitaban en 15 casas de mampostería, contando además con una casa ayuntamiento, una cárcel y una iglesia bajo la advocación de la Exaltación de la Santa Cruz. La ocupación de los habitantes se reducía a las labores agrícolas y ganaderas, siendo los cultivos más importantes de su territorio el trigo, el centeno, la cebada, y los garbanzos que se complementaban con algo de hortalizas; la producción agrícola se veía, asimismo complementada con algunas cabezas de ganado lanar y vacuno. Otro recurso primordial para el poblado era la caza, sobre todo por la abundancia de liebres, conejos y perdices, siendo precisamente esta riqueza cinegética la que en gran medida causó la ruina del poblado, ya que los vecinos fueran abandonando las labores agrícolas tradicionales y acotando sus tierras para crear vedados de caza, para lo que pidieron prestamos que luego no pudieron pagar, sumiéndolos en la miseria más absoluta que les llevó en la mayoría de los casos incluso a la perdida de la vivienda. De este modo a finales de la centuria Navalquejigo había perdido parte de sus habitantes y presentaba un aspecto desolado con la mayoría de sus casas en lamentable estado. Desde los años 40 (del Siglo XX) en que el último vecino dejó el pueblo se encuentra abandonado y sus edificaciones presentan distinto grado de conservación. La iglesia en la que hasta los noventa se oficiaba misa, está siendo desmantelada poco a poco, las campanas desaparecieron hace unos años, las imágenes se trasladaron al ayuntamiento para evitar su robo, y la pila de agua bendita se encuentra en una finca particular, según los propietarios para protegerla. A principios de 1996 aún se encontraba en pie el otro vestigio histórico del poblado, el dintel de la puerta principal del ayuntamiento. El cual fue derribado, quedando abandonados en el suelo los sillares que lo formaban. Tomado de ¿Arquitectura y Desarrollo (1998)¿, páginas: 45, 64-65, 72-73 y 84.

Bienes muebles:

Justificación:
Fuentes de información del bien:

Fuente general: Sistema INPHIS de la Dirección General de Patrimonio Histórico de la  Comunidad de Madrid y elaboración propia.

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